“Mejor es prevenir que curar”
Erasmo de Rotterdam (1469-1536,
humanista neerlandés).
Antes de abordar el tema, comienzo por dar la definición de cuarentena, que es la acción de prevenir la entrada o de aislar a un ser vivo que se entiende puede crear riesgo al ambiente, la salud humana, la agricultura y la ganadería.
La palabra cuarentena se deriva de su uso en Venecia en el siglo XIV para combatir la dispersión de la peste negra. Las personas infectadas por la enfermedad, de sobrevivir, debían pasar cuarenta días aislados antes de volver a entrar en contacto con el resto de la población. Cuarentena viene del italiano, quaranta giorni.
Hoy en día la cuarentena no se limita a los cuarenta días, sino que abarca un conjunto de medidas de prevención y control de plagas exóticas, de riesgo para un territorio determinado.
Prevención no es que haya sido un arte muy practicado en este mundo. Usualmente, cuando el factor dinero prevalece, muchos seres vivos han sido trasladados de una región a otra sin tomar en consideración sus posibles riesgos. No obstante, se sabe bien que prevenir es mejor que controlar una vez el organismo indeseable haya entrado en un nuevo territorio. Los gastos para el control y erradicación de tales organismos por lo general superan las posibilidades económicas del país o comunidad afectada, por lo que prevenir es la vía más eficaz.
No son muchos los países que tienen sistemas cuarentenarios efectivos. Australia, Nueva Zelanda y EE.UU. tienen cuerpos bien organizados de cuarentena en sus países. La dotación incluye equipamiento y personal capacitado. Hay regiones del mundo, como es el caso de África, donde la cuarentena es débil y se carece de todo lo anterior.
Basado en lo visto, sobre todo en Nueva Zelanda y EE.UU., el autor ha podido apreciar cómo se inicia la cuarentena en un vuelo repleto de turistas. Australia recibe más de 3 millones 700 mil turistas al año, mientras que Nueva Zelanda registró 3.6 millones en 2016. Estas cifras significan que ambos países tienen igual cantidad de probabilidad para que cada turista traiga algo que está prohibido o regulado.
Es muy fácil prohibir, pero el hecho que se prohíba no quiere decir que no suceda. Los bancos no se deben atracar y se atracan, la velocidad en autovías está regulada y no faltan aquellos que quieren demostrar sus habilidades corriendo en las mismas a elevadísimas velocidades. Con los turistas pasa lo mismo, y el asunto se agrava más cuando ese turista no sabe que no pueda llevar o introducir determinado alimento, así sea procesado, o parte de planta o animal.
Cuando uno vuela a esos países de Oceanía, continuamente se les informa a los pasajeros por videos todo lo que no se puede introducir, se les aconseja dejar determinadas frutas, incluso aquellas que se les da en el curso del vuelo, se les da un listado de todo lo prohibido y regulado. Al final del mensaje viene entonces la advertencia de posibles multas u otras sanciones en dependencia de la gravedad de lo que haya querido introducir voluntariamente.
Nadie puede decir que no lo sabía, informado está desde que sale en esos vuelos, así que lo suceda, caso de ser detectado será responsabilidad del pasajero, el que casi siempre evita tales problemas y cumple con lo orientado. Al llegar a tierra verá el número de agentes de cuarentena y perritos que le darán la bienvenida. Si ha pasado por algún campo de cultivo antes de embarcar, deberá entregar el calzado allí usado para su desinfección.

Control en aeropuerto de Nueva Zelanda
Veamos en el caso de Nueva Zelanda que está prohibido entrar o se debe declarar:
- Alimentos de todo tipo
- Plantas o partes de plantas (vivas o muertas)
- Animales (vivos o muertos) o sus productos
- Equipamiento utilizado con animales
- Equipamiento como de camping, palos de golf, bicicletas usadas
- Muestras biológicas
Los pasajeros que no declaren correctamente en la tarjeta de bioseguridad/cuarentena a la llegada, pueden ser multados con cuotas de pago inmediato de $400. Si el incumplimento es grave la multa puede ascender hasta $100.000 o incluso encarcelamiento por hasta cinco años si está incumpliendo las leyes de bioseguridad de Nueva Zelanda.
No obstante, la cuarentena con información didáctica previa funciona y evita problemas a los viajeros en aeropuertos y puertos. Lo que si no funciona es querer hacer cuarentena sin informar o educar al viajero. Imagínense una persona que lleva algo sin saber que no se puede y que cuando llegue al punto final se le detecte que el objeto que lleva está prohibido, que se le decomise y se le multe a la vez. Sencillamente imperdonable que esas cosas sucedan. El turista se sentirá pequeño ante las medidas que se le impongan, es convertirlo en delincuente cuando en realidad no lo es.
Por eso, es muy saludable que los países que deseen mejorar sus servicios de cuarentena o de crearlos, caso que sean inexistentes, tomen ejemplos de aquellas naciones con amplia experiencia en el tema. Una buena parte de los países llamados en desarrollo poseen condiciones naturales para el desarrollo del turismo. Sin embargo, precisamente para preservar esa riqueza natural es menester implantar un servicio eficiente de cuarentena en puertos y aeropuertos.
Fuente consultada
DeMarsico Alfredo. 2012. Aduanas de Nueva Zelanda: lo que no se puede entrar. Hola Nueva Zelanda, 22 junio. http://www.holanuevazelanda.com/2012/06/aduanas-de-nueva-zelanda-lo-que-no-se.html
Escrito por Ricardo Labrada, 27 noviembre de 2017