“Si mis esfuerzos han conducido a un éxito mayor
de lo habitual, esto se debe, creo, al hecho de
que durante mis viajes por el campo de la
medicina, me he desviado por senderos donde
el oro todavía estaba tirado en la cuneta.”
Robert Koch
Cuando se hable de hombres de ciencia, de aquellos, cuyos aportes se han revertido positivamente en la salud humana, el científico alemán Robert Koch es una obligada referencia. Koch, como Pasteur, alumbraron el camino para controlar muchas enfermedades que en el pasado resultaron letales. No fueron solo sus descubrimientos de los agentes causales de enfermedades humanas, sino también sus postulados para tener la certeza del agente causal de la enfermedad en un organismo vivo.
Heinrich Hermann Robert Koch nació el 11 de diciembre de 1843, en Klausthal, pueblo minero cerca de Hannover, Alemania, hijo de padre ingeniero de minas. El niño Robert fue el tercer hijo de una prole de 13 hermanos. Ya en la infancia mostraba sus dotes de genio al aprender rápidamente a leer.
En 1862, comenzó a estudiar medicina en la Universidad de Göttingen, donde tuvo como instructor al profesor Henle, quien en 1840 había publicado trabajos sobre las causas de las infecciones. Una vez graduado, tuvo una pasantía de un semestre en Berlín, donde recibió clases del médico y profesor Rudolf Virchow. De Berlín pasó a trabajar al Hospital de Hamburgo, además de servir como voluntario en le guerra franco-prusiana. Concluida esta confrontación, pasó a trabajar como médico sanitario en Wollstein. Para su fortuna, su cónyuge le regaló un microscopio y fue así que comenzó a investigar por cuenta propia.
Sus primeros estudios giraron sobre el carbunco o ántrax, enfermedad infecciosa que actualmente se sabe es causada por la bacteria, Bacillus anthracis, que afecta seriamente la piel, el tracto gastrointestinal o los pulmones. Koch tuvo la habilidad de determinar la presencia de la bacteria mencionada en la sangre de un animal infectado, además de afirmar que su reproducción era tan rápida y abundante, que podía matar al ser vivo afectado, en el plazo de un día. Ese hallazgo fue publicado en 1878 y fue de hecho la primera vez que se descubría la causa bacteriana de una enfermedad.
Reconocido su mérito y logro, fue poco después nombrado Director del Laboratorio de Bacteriología del Departamento Imperial de Higiene en Berlín. Siguiendo igual ruta a la del ántrax, logró reconocer y cultivar el bacilo causante de la tuberculosis. Al lograr el cultivo puro, no le fue difícil inocular la enfermedad en animales experimentales, de los cuales extraía nuevamente el bacilo (bautizado en su honor como Bacilo de Koch) y lo comparaba con el original inoculado. Koch no se equivocó, cuando en 1901, afirmó que el bacilo que causa las tuberculosis, tanto la humana como la bovina, no era el mismo.
Es de estos estudios que surgen los postulados que llevan su nombre y que establecen, que para que un organismo sea considerado agente causal de una enfermedad, se deben cumplir las siguientes condiciones:
- El agente debe encontrarse en casos de organismos enfermos y no en sanos;
- No debe encontrarse en organismos contagiados con otra enfermedad;
- Debe ser aislado y mantenido en cultivo puro;
- Al ser inoculado, debe producir la misma enfermedad; y
- Debe ser aislado de nuevo del animal inoculado.
La única bacteria que no cumple estos postulados, en particular el tercero indicado, es Mycobacterium leprae, el resto perfectamente se ajusta a estas condiciones.
Robert Koch visitó varios países a fin de resolver problemas de infecciones existentes. En 1883, viajó a Egipto y la India, al frente de un grupo encargado de estudiar el cólera. En esa misión, logró describir Vibrio cholerae, bacteria gram negativa en forma de bastón curvo que provoca el cólera en humanos, e indicó las formas para su control, métodos aún utilizados en la actualidad. La fiebre bovina fue otra de las enfermedades abordada por Koch en su viaje a Sudáfrica en 1896, luego viajó a la India y al África para estudiar los problemas de malaria y su control con quinina, cuyos resultados fueron publicados en 1898.
Eran tantos sus logros y descubrimientos, que en 1905 recibió el premio Nobel de Medicina y Fisiología. Pero esos premios y reconocimientos no le afectaron su humildad y deseo de ayudar a resolver los problemas de infecciones en el mundo. Fue así que viajó en 1906 al África Central para estudiar el problema de tripanosomiasis o enfermedad causante del sueño, que afectaba entonces a millares de habitantes en esa zona.
El gran científico enfermó a principios de 1910 y falleció, a causa de un ataque al corazón, el 27 de mayo del año mencionado, en Baden-Baden, Alemania. Contaba entonces 66 años.
Fuentes
Anon. Robert Koch (1843-1910). Galenus. http://www.galenusrevista.com/?Robert-Koch-1843-1910.
Hernández Vázquez M. 2018. Robert Koch: Fundador de la bacteriología. Revista Hidden Nature, 22 mayo. http://www.galenusrevista.com/?Robert-Koch-1843-1910
Escrito por Ricardo Labrada, 9 enero de 2019