Lou Klein, el recordista de jonrones en la liga profesional cubana

Para tener éxito, primero tenemos que creer que podemos tenerlo.”
Mireia Belmonte (1990, Campeona olímpica, mundial
y europea en natación en estilos libre y mariposa)

lou klein

Lou Klein

A veces me asombra como algunas personas hablan despectivamente de aquellos peloteros estadounidenses que jugaron en nuestras temporadas invernales. La generalización en este caso es algo vulgar e impreciso, pues muchos peloteros del país vecino vinieron y dieron lo mejor de sí mismo. Pudieron haber casos de jugadores, cuyos rendimientos distaban mucho de ser los mejores, pero por los terrenos donde se jugó la fuerte pelota cubana profesional, pasaron muchos estadounidenses que en realidad brillaron.

Esta vez el artículo va dedicado a un infielder o jugador de cuadro, que jugó varias temporadas en Cuba, se trata de Louis Frank Klein, más conocido por toda la afición como Lou Klein, a quien no le vi jugar, pero sé por mi padre que sí brilló. Soy viejo, pero no tanto como para llegar a verlo jugar en su época. No obstante, tenía las enciclopedias ambulantes en mi casa y en el estadio del Cerro cuando lo podía visitar. Todo el mundo hablaba de su record de 16 jonrones, el que dejaba atrás el establecido, de 15 cuadrangulares, por el camagüeyano Roberto Ortiz, vistiendo la franela del Almendares, en la temporada de 1949-50.

Primeramente, ¿quién era Lou Klein? Hombre de 180 cm de altura, nacido el 22 de octubre de 1918 en Nuevo Orleans, Estado de Louisiana, que se inició como pelotero en 1940 en el equipo de los Isleños del Daytona Beach en la Liga Estatal de Florida (clase D), sucursal de los Cardenales de St Louis. Este equipo actualmente juega en clase A y es sucursal de los Rojos de Cincinnati, no es más Isleños sino Tortugas. Hace poco tiempo pude presenciar un entrenamiento en su parque de Daytona Beach, cuyo director en ese momento era el habanero Eli Marrero, una persona muy agradable en el trato.

Klein pasó a jugar casi de inmediato con los Pájaros Rojos de Columbus en la Asociación Americana, entonces clase AA, y en 1943 dio el salto para debutar con los Cardenales el 21 de abril. Como estaba el país en plena guerra mundial, fue reclutado y perdió todo el año 1944, lo que significó la pérdida de la posición, pues dos nuevos candidatos estaban disponibles, imagínense que uno de ellos era Red Schoendienst, quien fuera todo un maestro durante años jugando alrededor de la segunda almohadilla en la Liga Nacional. El otro fue Emil Verban.

Llegado el caso, en 1946, Klein se anotó en la lista de los «rebeldes», pues decidió irse a jugar a México, en la liga bien pagada por el Sr. Pasquel, aduanero millonario que se llevó muchas figuras destacadas de la MLB, las que fueron sancionadas por su comisionado.  Así en 1946, jugó con los Azules de Veracruz en la Liga Mexicana, y al año siguiente con los Industriales de Monterrey. Previamente había hecho su presentación en la profesional cubana, jugando para el Habana de Miguel Ángel González, y compartiendo funciones de torpedero con el bigleaguer cubano Antonio Ordeñana. En esa temporada bateó para .275, 4 dobles, 5 triples, un jonrón y 15 empujadas, pero en la siguiente temporada, las cosas fueron distintas, Klein, jugando la antesala, se coronó campeón de bateo, con promedio de .330, aunque solo 3 jonrones y 30 empujadas. El único hombre que se le acercó en promedio ofensivo en esa justa, fue el conocido bateador zurdo, Henry «Ametralladora» Thompson (.320), que jugara el campo corto del mismo Habana en la contienda de 1946-47 y que en ese año aún jugaba regular con el trabuco del Kansas City de la Liga Nacional Negro.

Los “rebeldes” sancionados por la MLB no pudieron integrar equipo de la recién organizada liga cubana en 1947, que se distanciaba de la llamada federación, donde se reunían muchos de los “sublevados” de la MLB. Klein era uno de ellos y jugó en la campaña de 1947-48, con los Leones, dirigidos por Salvador Hernández, conjunto que se llevó el gallardete. En este caso, volvió a defender el campo corto, donde bateó para .269, incluyendo 13 dobles, 4 triples y 3 jonrones. No olvidemos que la federación jugaba en el parque de la Tropical, donde disparar un jonrón no era cosa fácil, por las distancias de home a lo último de los jardines.

En las temporadas de 1948-49 y 1949-50, Klein estuvo ausente. La sanción impuesta a él y otros peloteros más fue levantada, lo que le permitió regresar a jugar en 1949, con los Cardenales como jugador de reserva. Fue su última temporada con este equipo, ya que en 1951 pasó a jugar temporada compartida con los Indios de Cleveland y los Atléticos de Filadelfia, ambos equipos en la Liga Americana. Su carrera como pelotero en las Mayores concluyó en ese año, donde en 5 temporadas, totalizó 16 jonrones y 101 impulsadas, y promedio ofensivo de .259.

El regreso de Klein en la profesional cubana tuvo lugar en la campaña de 1952-53, nuevamente con el Habana, dirigidos por su eterno director, el reglano Miguel Ángel González, conjunto que ganara el campeonato con 6 juegos de diferencia sobre el Almendares y Marianao, ocupantes del segundo y tercer lugar. Fue entonces que Klein se destapó como slugger, promedió .295, conectó 10 dobles, 1 triple y los famosos 16 jonrones, con 54 impulsadas. Los lanzadores castigados, cronológicamente fueron: Pat Glothin, Sandalio Consuegra, Montelongo López, Octavio Rubert, Conrado Marrero, Edward Roebuck (le conectó 2), Agapito Mayor, Duke Markell, Terry McDuffie, Alfredo Ibáñez, Jacko Thompson (le conectó 2), Roque Contreras y Thomas Fine (le conectó 2).

En la Serie del Caribe de 1953, Klein promedió .316, con dos dobles y un jonrón, pero impulsó una sola carrera. El Habana entonces quedó segundo, superado por el Santurce de Puerto Rico, liderados por el pitcheo de Cot Deal y Bobo Holloman, además de la ofensiva de Vic Power, Jim Gilliam (promedió .545), Willard Brown, Bob Thurman y Joe Montalvo.

Klein volvió a jugar como antesalista del Habana en la temporada de 1953-54, cuando solo promedió .246, conectando 14 dobles, dos triples y 7 jonrones, con 36 impulsadas. Fue la última vez que se le vio jugar en terreno cubano.

En ligas menores, jugó con varios equipos hasta 1959. En AA, bateó un total de 35 jonrones y en AAA, 14 solamente. Tuvo una incursión como lanzador en 1955, que fue un desastre.

Igualmente comenzó a dirigir equipos en las Menores, como fueron: Lafayette Oilers (1955), Des Moines Bruins (1956), Memphis Chicks (1957), Fort Worth Cats (1958-1959), San Antonio Missions (1960), Carlsbad Potashers (1961) y Houston Buffs (1961).

Gracias a un invento del ejecutivo Phil Wrigley de los Cachorros de Chicago, Klein pudo dirigir en tres ocasiones parcialmente a este equipo. Wrigley tenía ocho personas que las rotaba en funciones de coach y de director, algo que realmente, al menos para el que suscribe, no tenía mucha lógica. Así, Klein dirigió en 1961 y 1962, y nuevamente en 1965, cuyo balance final fue de 65-82, para promedio de .442.

El recordista abandonó el béisbol definitivamente en 1965. Su fallecimiento tuvo lugar el 20 de junio de 1976 en Metairie, lugar situado al este de Nuevo Orleans, Estado de Louisiana.

 

Escrito por Esteban Romero, 24 enero de 2019, con información consultada en:

  • Baseball-reference.com
  • Figueredo J.S. Cuban Baseball: A Statistical History, 1878-1961. McFarland & Company, Inc. Publishers, Jefferson-North Carolina-London. 544 p.
  • SABR.org

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