“E Hoomau Maua Kealoha – (Que nuestro amor dure por siempre)»
Proverbio hawaiano sobre el amor
Jamás pensé que visitaría Hawái, primeramente, por su lejanía, y en segundo lugar, por lo caro que cuesta un boleto de Europa a ese archipiélago. Sucedió como único podría haber sucedido, de visita por razones de trabajo. La vida te da sorpresa y un buen día recibí una invitación para participar en el Congreso Internacional de Protección de Plantas de 2010, evento en el que había participado en sedes anteriores, como Moscú 1975, Washington DC 1979, Londres 1983 y Jerusalén 1998.
Como era de esperar, llegó un apoyo para dicho viaje. Había que viajar de Roma a Hawái, para lo cual se escogió la ruta Roma-Londres-Los Ángeles. En el último punto hay que chequear pasaporte, visa, y horas después volar a Honolulu, 3976 km, un poco más de cuatro horas y media. Al llegar al destino final, el aeropuerto internacional Daniel K, Inouye, me parecía que había viajado a la Luna. Hay diez horas de diferencia con Europa, casi nada, a lo que hay que sumar el cansancio de un viaje de más de 16 horas.

El autor en Honolulu
Hawái es un archipiélago con ocho islas: Kauai, Oahu, Maui, Molokai, Lanai, Kahoolawe y Big Island (Isla Grande o Hawái). Honolulu es la capital y se encuentra en la isla Oahu, cuya superficie es de 177 km2.

El autor en Heaven Trail, isla Oahu
El evento y hotel donde me albergué estaba en los alrededores del barrio Waikiki, donde hay muchos hoteles y restoranes. Algunas edificaciones del lugar me recordaron mucho a la del Focsa en la Habana. Realmente me agradaba y un colega me preguntó que me gustaba de todo eso, le respondí que él no lo iba a entender. Cuando uno visita un lugar y ve algo que le recuerda el terruño, ya comienza a ver el lugar con un punto de afecto.
Tuve oportunidad de darme un chapuzón en playa, nada del otro mundo realmente. No dudo que hubiera mejores balnearios, pero mi tiempo era limitado y no podía hacer otra cosa que mojarme en aquella playita.

Junto al Prof. Baruch Rubin en la popa del Submarino Bowfin, Pearl Harbor
Concluido el evento pude visitar dos lugares interesantes de Oahu, una fue la altura de Heaven Trail (Sendero al Cielo), que se halla a 11.8 km de Honolulu, y que se alza a 756 m sobre el mar, sumamente empinado y que este autor pensaba no poder llegar a la cima. Varias veces tuve que parar y tomar respiración. Ya en la cima uno puede apreciar parte del litoral y del Valle Moanalua.

USS Arizona Memorial. Foto Hawaii Magazine
Terminada la visita ahí, nos trasladamos al museo existente en Pearl Harbor, lugar que fuera atacado por sorpresa por los japoneses, en la mañana del domingo 7 de diciembre de 1941. El lugar se halla cerca de Honolulu, 11,5 km, unos 15 minutos en auto. Ya estando en el lugar me hacía idea de lo que deben haber sufrido las tropas allí estacionadas con un ataque aéreo inesperado, rápido y sin ninguna piedad.
El museo posee tres áreas: USS Arizona Memorial, el Memorial de La Batalla Missouri y el museo de la Aviación de Pearl Harbor. También está el Museo y Parque USS Bowfin Submarine. El USS Arizona Memorial está construido sobre los restos de la nave hundida, USS Arizona, donde finalmente perecieron 1 177 tripulantes de la misma el día del ataque a Pearl Harbor.
La otra visita fue más tarde a la Isla Grande (Big Island), para lo cual volamos alrededor de una hora de Oahu a este lugar. En mi vida me había sentido tan dentro de un volcán, ni siquiera cuando visité áreas parecidas en Nicaragua. Toda esa isla es volcánica y sus lugares sólidos fueron lavas en el pasado. El nombre oficial de la isla es Hawái, donde hay playas con arena de variados colores y hay dos volcanes muy activos: Kilauea y Mauna.

En zona volcánica de la Isla Grande
La isla tiene unos 10 mil km2 de superficie. Las carreteras en algunas partes son vías sencillas, en otras autopistas. Por momentos, me daba la impresión de estar en Costa Rica por la vegetación exuberante y la existencia de pequeñas tiendas, muy distantes unas de otras, a lo largo de los caminos que tomamos con el auto.
Una planta llamó la atención del autor, la cual es endémica del lugar. En lengua local se llama Ohelo, es una baya y su nombre científico es Vaccinium reticulatum, pero igualmente se observaron plantas de lejanos lugares, lógicamente allí introducidas, como es el caso del Árbol del Tulipán Africano (Spathodea campanulata) originario del sudeste africano.

Spathodea campanulata en Big Island.
Pasamos la noche en una mansión de un propietario de un campo de golf, el que estaba aún en construcción. El dueño del lugar tuvo la gentileza de brindarnos sus aposentos y allí descansamos cómodamente.
Al siguiente día continuamos la travesía a través de bosques y áreas, donde se veía lava recién solidificada. En fechas recientes vi por la TV el Kilauea en erupción, algo asombroso y que asusta a todos los mortales. Probablemente lo que más llama la atención al visitante es precisamente estos fenómenos, los que Hawái posee de forma natural.

Sustrato a partir de lava en Big Island
Para el regreso a Honolulu escogí un hotel menos caro en una zona algo más próxima al aeropuerto. Estando ahí me daba cuenta que Honolulu tenía sus diferencias con otras ciudades grandes de EE.UU. Por momentos se me parecía a lares similares de América tropical.
Escrito por Ricardo Labrada, 28 marzo de 2019. Todas las fotos del autor, excepto la del USS Arizona Memorial.