“La perseverancia puede transformar el fracaso en un logro extraordinario.”
Marv Levy, 1925 entrenador de fútbol americano
Hay una especialidad sumamente difícil en atletismo, los 110 metros con valla, donde hay que combinar velocidad con una perfecta sincronización para rebasar vallas de 84 cm de altura, dispuestas a 9.14 metros entre cada una, aunque la primera está a 13.72 metros de la salida.
Usualmente los mejores vallistas en el pasado han sido los atletas estadounidenses, lo que le permitía a este país presentar hasta tres finalistas en esta prueba tanto en Olimpiadas como en Juegos Panamericanos y Campeonatos Mundiales.
Uno de los primeros corredores destacados, no estadounidense, de esta especialidad fue el cubano Alejandro Francisco Casañas Ramírez, hombre nacido el 29 de enero de 1954 en Guanabacoa, Ciudad Habana, que mide 185 cm y con un peso entonces de 76 quilos.

Alejandro Casañas
De Casañas, le recuerdo como velocista de 100 metros en los inicios de la década de los 70, más tarde se dio a la tarea de trabajar en la difícil competencia de los 110 m c/vallas. Su primer entrenador fue Heriberto Secundino Fernández Arroyo, más tarde en su carrera estuvo bajo la guía de Eneas Muñoz.
Casañas asistió a las Olimpiadas de Munich, pero allí no pudo hacer nada al sufrir una lesión que le sacó de competencia. Su primer triunfo llegó en los juegos Centroamericanos de Santo Domingo (1974), cuando se llevó la medalla de oro, y al año siguiente repitió en los Panamericanos de México (1975) con registro de 13:44 segundos. Ya desde 1974 comenzó a eslabonar una serie de victorias en eventos de atletismo en Europa, de hecho se iba convirtiendo en uno de los candidatos firmes para reinar en esta especialidad.
Su momento llegó en las Olimpiadas de Montreal (1976), el favorito era el francés Guy Drut, quien se adjudicara la medalla de plata en los anteriores juegos de Munich (1972) y el norteamericano Willie Davenport, un hombre muy experimentado en la distancia, pero al cubano no se le ignoraba, ya se había hecho conocer por su técnica y velocidad.
Aquella carrera se desarrolló, como era de esperar, en un santiamén. El narrador cubano de radio no supo ubicar a Casañas, se le había perdido entre el pelotón, por lo que uno pensó que Casañas no había logrado nada. Segundos después se puso la carrera en cámara lenta en la misma final, donde el narrador vio que el francés Guy Drut, futuro Ministro de Deportes de su país, lograba el oro con 13:30, mientras el foto finish mostraba a Casañas (13:33) superado por un pelín por Drut y el cubano superaba por otro pelín a Davenport (13:38). Fue una carrera reñida, digna de otorgar tres medallas de oro y no una. El mismo Casañas señalaba que tuvo una arrancada retrasada y solo pudo comenzar a acelerar debidamente superada la sexta valla.

Casañas a la derecha en acción
En lo sucesivo, Casañas continuó su carrera triunfal, participó en varios eventos, donde sin problemas obtenía la medalla de oro. Llegaron las competencias de la Universiada en Sofia, Bulgaria (1977), donde Casañas, sin oponentes de significación, implantaba record mundial al registrar 13:21, que rompía la establecida por el estadounidense Rod Milbug (13:24) en los Juegos Olímpicos de Munich (1972). Hay una anécdota, ese mismo día el cubano Alberto Juantorena implantaba record mundial también en la especialidad de 800 m. Un día antes Juantorena había dejado un papel escrito en una gaveta y le dijo a Casañas que lo leyera al regreso de la competencia. Hizo lo indicado por Juantorena y para su asombro leyó en el papel: “Hoy Casañas y yo vamos a romper los records mundiales de 110m c/v y 800m”, y se cumplió el atrevido pronóstico. Cosas de la vida, las relaciones de estos deportistas se deterioró cuando Juantorena pasó a ocupar cargos importantes del INDER en Cuba.
Sus triunfos no se detuvieron hasta que se enfrentó al fenómeno estadounidense Renaldo Nehemiah, quien le venció en los Juegos Panamericanos de San Juan, Puerto Rico (1979). Nehemiah se convirtió en un adversario difícil de vencer. Igualmente apareció un corredor alemán muy competitivo, Thomas Munkelt, el cual venció a Casañas (13:40) en la final de esta prueba en los Juegos Olímpicos de Moscú (1980). El cubano quedó por delante del soviético Alexander Puchkov (13:44). Nehemiah no participó, ya que EE.UU. no asistió a estas Olimpiadas. Años después se sospechó que el alemán había consumido esteroides para esa carrera. También Casañas alegó agresión, no con él, de parte del ruso en el curso de la carrera con los otros rivales. Casañas sostiene que fue despojado de la medalla de oro en esa Olimpiada. Para salir de dudas, ahí está el video de esta carrera.
El cubano continuó su carrera, codeándose entre los mejores del mundo en los 110 con vallas, hasta 1985. Como se sabe Cuba no asistió a las Olimpiadas de Los Ángeles (1984). Casañas se preparó para participar en los Juegos Panamericanos de Indianápolis (1987), pero fue entonces que lo obligaron a dejar el deporte antes de ese evento. No se retiró, lo retiraron, no es el único deportista cubano que sufre de esta imposición.
Un record mundial y dos medallas de plata en Olimpiadas, son pocos los velocistas en el mundo que hayan obtenido tales resultados. Casañas logró medallas de oro en los Juegos Centroamericanos de 1974, 1978 y 1982; en los Juegos Panamericanos de México (1975), además de plata en 1979 y 1983. Obtuvo plata en los Campeonatos Mundiales de 1977 y 1981, y bronce en 1979. Además, siempre gustó de participar en las carreras de relevo 4 x 100 m, especialidad en la que obtuvo medalla de plata en México (1975).
No tan solo eso, Casañas fue el que inició una tradición que dura hasta nuestros días y sobrepasa también las fronteras cubanas en la especialidad de 110 c/vallas. Ahí están los resultados del campeón olímpico de Sidney (2000) y bronce en Atenas (2004), Anier García, y del medallista de oro en Beijing (2008) y recordista mundial, Dayron Robles (12:87 en 2008), así como del artemiseño-naturalizado español Orlando Ortega, medalla de plata en esta especialidad, en representación de España, en las Olimpiadas de Río (2016).
Casañas decidió irse a residir a Colombia, concretamente a la ciudad de Barrancabermeja, donde labora como entrenador de Atletismo. Previamente había laborado igualmente como entrenador en Pachuca, México.
Lo peor de todo, algo que no se puede entender, es que no fue escogido entre los 100 mejores deportistas cubanos del siglo XX, algo realmente injusto, aunque vale aclarar que él no fue el único perjudicado en una selección donde primaron otras cualidades y no siempre la excelencia deportiva.
Además, en 2003 se instauró el Salón de la Fama del Atletismo de Centroamérica y el Caribe. Al parecer, Casañas nunca ha sido propuesto por su país y hasta la fecha no ha sido avalado para ser exaltado a este sitial, otra injusticia más.
Fuentes
Anon. 1977. Nuevos records del mundo a cargo de Juantorena y Casañas. El País, 23 agosto, https://elpais.com/diario/1977/08/23/deportes/241135202_850215.html
Castello F. 1977. Nuevo recordman, Casañas no corre, vuela sobre las vallas. Mundo Deportivo. http://hemeroteca-paginas.mundodeportivo.com/EMD01/HEM/1977/08/26/MD19770826-027.pdf
Solano Víctor. 2011. Historia en entrevista de Alejandro Casañas. Atletismo santadereano al día. 9 Febr.
www.iaaf.org. records/by-discipline/hurdles/110-metres-hurdles/outdoor/men».
Escrito por Esteban Romero, 23 agosto de 2019.
Le recuerdo, fue un atleta destacado y con logros en su especialidad
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