“El béisbol es como una iglesia. Muchos la visitan y pocos la entienden.”
Leo Durocher (ex-jugador y director de equipos en la MLB)
Esta competencia fue un torneo que tuvo dos versiones, una en 1971 y la siguiente en 1972. El que suscribe se resiste llamarlo por su nombre, nada más y nada menos que Serie del Caribe. La de 1972 era la segunda serie, pero no es justo tomar el nombre de un torneo profesional de béisbol consolidado, que se disputara año tras año hasta la salida precisamente de Cuba en 1961. Lo más indicado era llamarle Serie del Caribe de béisbol amateur o aficionado, algo así, pero no tomar el nombre de algo ya establecido en otros circuitos.
Hallar información y escribir sobre este torneo, que ha quedado casi en el olvido, era un empeño personal sobre todo por una curiosidad en uno de sus juegos, que ha pasado como un hecho digno de recordar. No obstante, como se ha podido recopilar toda la información, se relatarán los resultados y desempeños de los principales peloteros.
El torneo tuvo lugar del 15 al 22 de octubre de 1972 y se jugó en tres estadios: el Latinoamericano en la Habana, el Guillermón Moncada en Santiago de Cuba y el Augusto César Sandino en Santa Clara. Participaron las selecciones nacionales de Puerto Rico, Panamá, República Dominicana y dos selecciones cubanas, Cuba Rojo dirigido por Servio Borges, y el Cuba Azul con Juan “Coco” Gómez como timonel, algo que se puede considerar injusto.
La XI Serie Nacional (1971-72) tuvo tres protagonistas principales: Azucareros campeón, Mineros sub-campeón e Industriales tercer lugar. De esos tres equipos, el más fuerte era el de Industriales dirigidos por “Coco” Gómez. Sin embargo, a última hora los inspirados Mineros de Roberto Ledo y los estables Azucareros dirigidos a dos manos, Pedro Pérez Delgado y Servio Borges, echaron por tierra el pronóstico que daba a los azules el campeonato. Finalmente Mineros se enfrentó a Azucareros en un play off de 3 juegos a ganar dos, el cual finalmente favoreció a Azucareros, cuyo juego decisivo fue lanzado magistralmente por José Antonio Huelga.
Lo lógico habría sido que Ledo dirigiera el Cuba Azul, pero no fue así. Esas cosas tienen su nombre. Ledo se mantuvo por un tiempo a la sombra de dos buenos directores como Ramón Carneado, al que nunca se le permitió dirigir selección Cuba, y del reglano Gilberto Torres, quien estimaba a Ledo y lo llevaba en su cuerpo de dirección en las selecciones que dirigió. Los Orientales ganaron la VI Serie Nacional (1966-67) y su director triunfador, Ledo, fue entonces quien se encargó de la dirección de la nave cubana a los Juegos Panamericanos de Winnipeg (1967). El equipo cubano quedó en segundo lugar ante un equipo estadounidense con figuras que posteriormente jugaron en Grandes Ligas. Ledo nunca más fue llevado a dirigir o co-dirigir selecciones cubanas. La entrada de Servio Borges en escena en 1969 tuvo mucho que ver con ese alejamiento. Ledo debió haber sido el director del Cuba Azul, pero no le dieron esa oportunidad.
Este torneo constó de un Round Robin de una sola vuelta. La participación en esta serie era importante para los equipos como preparación para el campeonato mundial que se efectuó en Managua, en noviembre de 1972, evento del cual existe un artículo en este blog en enero de 2017 (https://deportescineyotros.wordpress.com/2017/01/01/xx-campeonato-mundial-de-beisbol-amateur-managua-nicaragua-1972/).
Las nóminas de los dos equipos Cuba, algo incompletas, aparecen a continuación:
Cuba Rojo
Director: Servio Borges
Receptores: Lázaro Pérez, Jesús Escudero
Cuadro: Agustín Marquetti, Felipe Sarduy (OF), Félix Isasi, Owen Blandino, Vicente Díaz, Agustín Arias, Rodolfo Puente (no jugó).
Jardineros: Rigoberto Rosique, Wilfredo Sánchez, Armando Capiró, Fermín Laffita
Lanzadores: Orlando Figueredo, Antonio “Boricua” Jiménez, Mario Fernández, Oscar Romero, Juan Pérez Pérez.
Cuba Azul
Director: Juan “Coco” Gómez
Receptores: Evelio Hernández, Pedro Cruz
Cuadro: Arturo Linares, Antonio Muñoz, Germán Águila, Pedro Jova, Osvaldo Oliva, Julio Soto, Lázaro Peñalver.
Jardineros: Reinaldo Linares, Sandalio Hernández, Silvio Montejo, Raúl Reyes, Eusebio Cruz
Lanzadores: Santiago Mederos, Walfrido Ruíz, Braudilio Vinent, Pedro González, Bernardo González.
Los conjuntos visitantes vinieron con algunas de sus figuras principales, como es el caso del receptor Ruperto Cooper, el siempre útil Roy Blake y los hermanos Ramiro, Manuel y Justiniano Cedeño de Panamá. El jardinero Diógenes Belliard y el lanzador José Tineo de República Dominicana, mientras Puerto Rico trajo al segunda base Johnny Martínez, al jardinero Luis R. Colón y al lanzador cubano Carlos Lowell, padre del antesalista Mike Lowell. Carlos venía a Cuba y pasaba como nacido en Puerto Rico, ya sobre eso se escribió en el artículo sobre el campeonato mundial en Cuba (1971). Los ausentes boricuas fueron el jardinero central Luis Mercado, quien estaba en preparativos de casarse; los lanzadores Sandalio Quiñones, Rogelio Negrón y Luis Torres por problemas de estudio o en sus centros laborales. Se trata de verdaderos peloteros amateurs. La mayoría de ellos jamás jugó pelota profesional, algo curioso realmente.
El juego inaugural fue en el Latinoamericano repleto a más no poder. Panamá se enfrentó al Cuba Rojo, cuyo abridor fue Oscar Romero, quien no se presentó en forma y tuvo que ceder el montículo a Antonio “Boricua” Jiménez en la cuarta entrada. En la primera entrada, los istmeños le ligaron par de sencillos de Alonso Alleyne y de Samuel Quintero, pero una rolata sirvió para doble matanza Isasi-Arias-Sarduy. En el segundo, Panamá anotó su única carrera, en las piernas de Lorenzo Ramsey por error del mismo lanzador Romero en tiro a segunda. En la cuarta entrada, Ramsey, Cedeño y Francisco Gutiérrez llenaron las bases por sencillos con un out y fue ahí que llegó el Antonio «Boricua» Jiménez para apagar el fuego con ponche y palomón al cuadro, y así redondear el escón. Por su parte la escuadra cubana inició agresiva su ofensiva en la misma primera entrada, los tres mosqueteros matanceros eran los primeros bateadores (Wilfredo Sánchez, Rigoberto Rosique y Félix Isasi). Wilfredo disparó cohete al central, Rosique conectó infield hit y a continuación Isasi sonó metrallazo pegado a la línea de tercera, bueno para un doblete, Wilfredo anotó y Rosique llegó a tercera. La segunda carrera fue empujada por Blandino con línea atrapada al primer bounce por el torpedero panameño, con la cual entró Rosique, mientras Isasi anotaba por un error. En la quinta entrada sumaron otra más por base a Boricua Jiménez y triple de Rosique, batazo muy toreado por Lorenzo Ramsey. En el sexto, Capiró disparó jonrón a 340 pies e Isasi lo imitó en el séptimo, batazo que fue otra línea bien pegada a la raya que se elevó para irse y así también remolcar a Rosique, hombre que se fue de 4-4 en este juego. Anoten ese detalle ofensivo del jardinero central matancero.
En la segunda jornada se enfrentaron Puerto Rico contra Cuba Azul en el parque del Guillermón Moncada, y Panamá contra República Dominicana en el estadio Latinoamericano. Tanto boricuas como panameños se alzaron con apretadas victorias sobre sus rivales. El relevista, el barbero de oficio, Bruno Vachier de los boricuas, se hizo cargo del montículo en la octava entrada cuando el equipo cubano había anotado 2 carreras y amenazaba con hacer más a costa del otro relevista Sigfredo Alicea. Vachier dominó a Arturo Linares y a Sandalio Hernández para sofocar la rebelión, y en el noveno dominó también a Lázaro Peñalver, Germán Águila, hubo hit de Evelio Hernández, pero el emergente Pedro Cruz de ponchó y entregó el out 27. El partido concluyó 5-4, el perdedor fue el zurdo Changa Mederos, a quien le anotaron la primera carrera en el mismo capítulo de apertura. Coco Gómez utilizó a todos sus 20 peloteros en este partido contra Puerto Rico. En el otro desafío, el zurdo Eugenio Fuentes de Panamá se encargó de pintar de blanco al dejar al equipo dominicano en siete incogibles. La decisiva del partido, que concluyó 1-0, fue por hit del torpedero Francisco Gutiérrez en la sexta entrada. El rival de Fuentes fue el lanzador José Tineo, quien navegó con suerte y solo le anotaron una carrera. La buena defensiva de los dominicanos tuvo mucho que ver con el apretado marcador de este juego.
Y llegó el partido de importancia histórica para el que suscribe, se trata del enfrentamiento del Cuba Rojo y el Cuba Azul, que tuvo lugar el 17 de octubre de 1972 en el Latinoamericano. Servio designó a Huelga como abridor para ese juego, mientras Coco Gómez había indicado a Bernardo “Navajas” González. Eso fue lo anunciado, Coco Gómez cambió de parecer y puso a Braudilio Vinent en la lomita, probablemente ya el mejor lanzador de Cuba en ese entonces, pero aún no reconocido como tal. Servio lo llevó a los Juegos Centroamericanos en Panamá (1970), donde al Meteoro de la Maya no le fue muy bien y le valió no hacer los equipos Cuba a los Panamericanos de Cali (1971) y al mundial en Cuba (1971). Se sabía de su calidad, pero a Borges aún no le convencía, un ejemplo fue el que se incluyera en el Cuba Azul, a fin de cuentas un Cuba B.
Los de ese Cuba B salieron a darlo todo en función del triunfo y Vinent se presentó como en sus mejores momentos. La primera carrera fue anotada por los azules en las piernas de Osvaldo Oliva por error de Lázaro Pérez en tiro a la segunda y cañonazo de Arturo Linares. En la segunda entrada el receptor Evelio Hernández recibió boleto, Vicente Díaz cometió error en rolata de Julio Soto, con la cual Evelio anotó la segunda carrera del Cuba Azul. No fue hasta la sexta entrada que los del Cuba Rojo anotaran, Isasi recibió base, Capiró y Marquetti saborearon ponches, pero el antesalista Osvaldo Oliva tiró mal a primera en el siguiente lance e Isasi anotó la primera de su equipo. Los Azules ripostaron en esa entrada con su tercera anotación, hit y robo de Sandalio Hernández, sencillo de Raúl Reyes, el que combinado con error de Capiró le permitió a Sandalio anotar. En el octavo, Vinent, ya cansado, le dio base a Capiró a la par que lanzaba par de wild pitches, mientras Agustín Arias impulsaba la carrera con rolata al cuadro. Vicente Díaz le conectó sencillo a Vinent, por lo que Coco Gómez decidió sustituirlo. El Meteoro había hecho un total de 124 lanzamientos hasta ese momento, además del hecho que Vinent había lanzado de relevo en el primer juego del Cuba Azul contra los boricuas un día antes. El derecho Walfrido Ruíz se hizo cargo de la lomita. Llegó el noveno, juego 3-2 a favor del equipo Azul, que estaba a un out de la victoria, le tocaba batear al jardinero central Rigoberto Rosique, el mejor hombre con promedio ofensivo de su equipo y segundo hasta ese momento en el torneo. Ya era de dormir para el que suscribe, el cansancio se hacía sentir, apenas me impresionó el cambio anunciado, número 17 Owen Blandino como emergente por Rosique, los narradores todo lo contrario, mi padre observaba y no comentaba. Increíble pero cierto, Blandino conectaba enorme jonrón a Walfrido, con el cual empataba el juego a 3 carreras. Mucho se ha hablado de este movimiento, cada cual tiene su opinión, para uno, le salió bien pero no era lo indicado. Rosique podría haberse embasado y luego venía Isasi, hombre nada fácil de dominar y sobre todo en situaciones complicadas. Lo otro es que he leído en algún que otro escrito ponen este cambio en otro evento. Es por eso que doy nombre del torneo, fecha y lugar para dejar todo aclarado.

Momento en el que Owen Blandino conecta su famoso jonrón
El juego se fue a extrainning, en el décimo Walfrido se complicó y Coco Gómez trajo al camagüeyano Pedro González a lanzar, del cual muy pocos se acuerdan. Había corredores en segunda y tercera con un out, Vicente Díaz al bate, el que murió en rolata a segunda con el cuadro cerrado, y a continuación Lázaro Pérez se ponchó. Cinco entradas más tarde el Cuba Azul inició embasando a Silvio Montejo por infield hit por el montículo frente a los envíos de Boricua Jiménez, el que tiró mal a primera y propició que Montejo le llegara a segunda, Evelio conectó fly a los jardines que llevó a Montejo en pisa a corre a tercera, Pedro Jova le siguió con cepillazo al que Isasi le llegó incómodo y su tiro a la goma fue desviado, con lo que Montejo anotaba la carrera que decidiera el partido, el cual duró 331 minutos, o sea más de 5 horas y media. La victoria se la llevó Pedro González.
El otro juego de esa jornada fue entre Puerto Rico y Dominicana, el cual concluyó con victoria para los boricuas, en 10 entradas, con anotación de 5-4. Dominicana llegó a fabricar sus 4 carreras en la primera y tercera entrada, pero Puerto Rico no se amilanó y en el octavo anotó cuatro, donde hubo jonrón del emergente de Pedro G. García, el que empuñó por el lanzador Luis E. Ortiz. En el décimo Johnny Martínez disparó cepillazo que trajo la carrera decisiva en las piernas del torpedero Luis Renovales.
En los siguientes partidos, el Cuba Rojo dispuso de Dominicana con anotación de 15-4, juego abierto por Juan Pérez Pérez que no se presentó en forma y permitió 3 de las 4 carreras anotadas por su rival. Oscar Romero vino y no lo hizo mejor, permitió una más, la fiesta dominicana concluyó con la entrada de Orlando Figueredo, quien permitió 3 hits, cero carreras, cero bases por bolas y 5 ponches, que le valió para llevarse el triunfo. La ofensiva cubana disparó 12 hits y anotó 15, Rosique y Marquetti se fueron de 3-2 cada uno. Luis R. Polanco fue el lanzador derrotado.

Orlando Figueredo
Otro gran duelo fue el que escenificaron Puerto Rico y Panamá, el que concluyó con victoria para los boricuas, en 10 entradas, con anotación de 1-0, carrera producida por jonrón del torpedero Luis Renovales. El derecho Roy «El brujo de Chilibre» Blake de Panamá mantuvo a los boricuas silenciados completamente a lo largo de 7 y dos tercios, tiró 110 lanzamientos, 70 fueron strikes y 25 de ellos abriendo a peloteros al bate, pero el boricua Sigfredo Alicea tampoco permitió libertades a los panameños. Ambos lanzadores se mantuvieron todo el tiempo en la lomita. Revisando un poco de información sobre estos peloteros, veo que Blake, hombre nacido el 27 de julio de 1946 en Ciudad Panamá, falleció el 14 de junio de 2015. Blake fue siempre pelotero amateur y en su carrera había logrado dos juegos de cero hit cero carreras. A su retiro fue entrenador de pitcheo en su país.

Roy Blake

Luis Renovales es felicitado por sus compañeros después de su jonrón decisivo frente a los envíos de Roy Blake
Llegada la última jornada, 22 de octubre de 1972, los dos equipos cubanos iban con una derrota, mientras que Puerto Rico no había perdido aún. Ese día el juego del Cuba Azul contra el conjunto dominicano fue victoria para los primeros de 1-0, partido muy cerrado con buen trabajo de los lanzadores dominicanos del abridor Roberto Rodríguez, el que permitió la única de los cubanos por sencillo de Sandalio Hernández y triple de Arturo Linares en la misma primera entrada, batazo al cual le partió muy mal el jardinero central dominicano Diógenes Belliard. José Tineo lanzó la octava entrada por los quisqueyanos. Por el Cuba Azul el ya imprescindible Braudilio Vinent, quien permitió 2 hits a la vez que ponchaba a 11 bateadores rivales y no daba boletos.

Braudilio Vinent
El otro partido era precisamente entre el Cuba Rojo contra Puerto Rico, el encargado de lanzar fue el gran José Antonio Huelga. Digamos que no fue un paseo este juego para el espirituano, pero sí se puede afirmar que supo sacar su extra cuando así se requirió. En el segundo inning, después de un ponche, José Valentín recibió boleto, el antesalista Pedro García sonó imparable, Luis Renovales tomó ponche, el lanzador Juan Pachot recibió otro boleto, pero Luis R. Colón roleteó a las manos de Marquetti. En el sexto se produjo una situación similar, hit de Valentín, error de Blandino en fácil rolata, cepillazo al centro de Renovales, vino el emergente Jorge Brown por el lanzador Pachot, al que Huelga le sirvió 3 strikes y sacó de circulación, foul fly al receptor del jardinero derecho Luis R. Colón y rolata del segunda base Johnny Martínez a las manos de Arias para dar el cero. Quedaba una amenaza, la de la novena entrada, que la abrió con ponche a Colón, luego bases por bolas a Johnny Martínez y al jardinero izquierdo Raúl Negrón, vino el inicialista Evaristo Roldán para sonar infield hit bien detenido por Arias, pero Huelga nuevamente se creció al ponchar consecutivamente al jardinero central Miguel Mangual y al receptor José Valentín. Huelga realizó en este juego 135 lanzamientos, ponchó a 11 y regaló 6 boletos. Por su parte, los cubanos anotaron en la misma primera entrada por boletos a Rosique e Isasi concedido por el abridor Luis E. Ortiz, wild pitch que adelantó a los corredores, y acto seguido cañonazo de Capiró que impulsó las dos primeras y sacó del juego al abridor Ortiz, relevado por Juan Pachot, a quien el jardinero derecho Felipe Sarduy le dio la bienvenida con otro sencillo. Pachot lanzó bien y permitió una sucia en la quinta entrada cuando Rosique conectó de hit, sacrificio de Isasi, passball y luego error del inicialista Evaristo Roldán que facilitó la anotación. Pachot lanzó con buen control, 8 ponches y una sola base por bolas. Ambos conjuntos conectaron 7 hits, los boricuas cometieron dos marfiladas y los del Cuba Rojo una. El resultado final fue de 3-0 y con ello el torneo terminó con triple empate de los dos equipos Cuba y Puerto Rico, cada uno con 3 victorias y 1 una derrota. La decisión de los organizadores fue la de entregar el trofeo de ganador al equipo de Puerto Rico. No había más tiempo para una serie de play off, al menos Puerto Rico tenía prisa en marcharse, pues tanto Panamá como República Dominicana se quedaron jugando algunos partidos contra selecciones provinciales.
El líder de los bateadores del torneo fue Rigoberto Rosique, de 13-9 (.692), cuatro de esos 9 hits fueron en toques de bola. Aunque hubo varios lanzadores con PCL inmaculado, mención especial merecen los derechos cubanos Braudilio Vinent y José A. Huelga, ambos con PCL por debajo de 1, y con tremendas actuaciones que incluyeron par de lechadas. No obstante, Huelga se quejaba de haber hecho el mejor entrenamiento y que sus resultados aún estaban por debajo del nivel por él alcanzado.

Rigoberto Rosique
Lo llamativo de esa época era la crítica de parte de Jorge Alfonso y de Enrique Capetillo reclamando más calidad en las actuaciones de los equipos Cuba. Entonces ganaban, a veces fácil y otras veces con alguna dificultad, ¿qué dirían si vieran a los conjuntos cubanos de la década del 2010 al 2019? No serían flores, seguramente.
Estado final de los equipos
Equipo |
G |
P |
Prom. |
Dif. |
Puerto Rico |
3 |
1 |
.750 |
– |
Cuba Azul |
3 |
1 |
.750 |
– |
Cuba Rojo |
3 |
1 |
.750 |
– |
Panamá |
1 |
3 |
.250 |
2.0 |
Rep. Dominicana |
0 |
4 |
.000 |
4.0 |
El Todos Estrellas de este evento fue el siguiente:
Evelio Hernández C Cuba Azul
Arturo Linares 1B Cuba Azul
Johnny Martínez 2B Puerto Rico
Samuel Quintero 3B Panamá
Agustín Arias SS Cuba Rojo
Armando Capiró LF Cuba Rojo
Rigoberto Rosique CF Cuba Rojo
Sandalio Hernández RF Cuba Azul
Braudilio Vinent lanzador derecho Cuba Azul
Eugenio Fuentes lanzador zurdo Panamá
MVP Rigoberto Rosique Cuba Rojo
El que suscribe no tiene idea si la mal llamada III Serie del Caribe de béisbol se llegó a efectuar en 1973, cuya sede le fue entregada a República Dominicana por los organizadores en la Habana al finalizar este torneo.
Fuentes consultadas
- Diario Granma del 15 al 22 de octubre de 1972
- Revista Bohemia, 20 y 27 de octubre de 1972.
Escrito por Esteban Romero, 16 octubre de 2019