“El ritmo lo es todo en el boxeo. Cada
movimiento que haces comienza con el corazón.”
Ray “Sugar” Robinson (estelar boxeador profesional)
La noticia del fallecimiento del boxeador cubano Jorge Hernández Padrón el 12 de diciembre de 2019 me llamó la atención, ya que se trataba de un hombre de solo 65 años de edad, pero al mismo tiempo me hizo una vez más recordar su extraordinario desempeño durante el Campeonato Mundial de Boxeo efectuado en la Habana en 1974. Su pelea contra el húngaro Gyorgy Gedö es sin dudas una de las joyas del boxeo amateur de todos los tiempos.
Jorgito nació el 17 de noviembre de 1954 en Párraga, Municipio Arroyo Naranjo de ciudad de La Habana. Inició su desarrollo en el mundo del boxeo algo distante de su barrio natal. A la edad de 14 años asistía al Gimnasio Roberto Poland situado en Pogolotti, Marianao. Su entrenador era Julio Yu, de quien no tengo referencias, pero me hago idea sea de origen chino. El habanero era el clásico minimosca, pesaba 48 kilogramos y medía 160 cm, desde niño padeció de asma.
En la división minimosca reinaba el santiaguero Rafael Carbonell, hombre que pudo llegar a octavo de finales en las olimpiadas de Munich (1972). En esa época era que Jorgito incursionaba el circuito de mayores en el boxeo. En 1968 había logrado el campeonato nacional en la categoría de menores y lograba quitarse de arriba el asma que sufría, mientras que en 1972 perdía el campeonato nacional en pelea contra el villaclareño Julio Rivera. Era su comienzo en los planos estelares.
En 1973 se enfrentó a Carbonell, al que venció en el torneo Playa Girón y así adjudicarse la faja de campeón nacional de su división. Le recuerdo rápido de piernas y de manos. En ese mismo año se llevó el oro en el torneo Giraldo Córdova Cardín, lo que le valió ser incluido en la pre-selección nacional para el venidero campeonato mundial en la Habana (1974). Previamente, en 1974, volvió a ganar el oro en el Córdova Cardín al derrotar al rumano Remus Cosma, y logró la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de República Dominicana (1974), donde logró vencer convincentemente a púgiles como Virgilio Palomo de Colombia y a Fausto García de México, por lo que definitivamente hizo el equipo nacional a la cita mundial en la Habana.
Ese primer campeonato mundial tuvo lugar en las fechas del 17 al 30 de agosto. Una de las primeras peleas fue la de Jorgito contra el estadounidense Albert Sandoval, la que con mucho coraje y precisión el habanero supo llevársela, por veredicto de 4-1, con lo cual los pronósticos iban alejándose de la realidad, ya que a Jorgito nadie le vio como ganador de nada. No hablo de los especialistas extranjeros sino de los mismos cubanos.
El 22 de agosto Jorgito le propinó KO a Enmanuel Mlundiva de Tanzania, lo que dejó el escenario listo para el enfrentamiento del habanero contra el campeón olímpico, el húngaro Gyorgy Gedö, el gran favorito de todos los expertos y quien ya había presentado credenciales al ganarle por KO al guyanés Bee y por RSC al búlgaro Bedjhan Fuchedzhiyev. Gedö era de los boxeadores que mantenía al rival en la distancia con su jab de derecha y en cuanto tenía oportunidad descargaba su poderosa izquierda, la que casi siempre derribaba. En Munich venció aventajando a otros boxeadores como el norcoreano U Gil Kim en la final. Los aficionados cubanos reconocían que Gedö no era un hueso fácil de roer.
Pero Jorgito se preparó y realmente se hizo un estudio de las debilidades de Gedö. Le peleó en la distancia, la misma del gusto del húngaro, se movió inteligentemente en el ring, a lo cual agregó su jab de izquierda, el que combinaba con sus derechazos. Era tanta la rapidez de piernas y de manos que el húngaro no le pudo coger el ritmo. Jorgito marcaba y Gedö se quedaba sin nada en su haber. Los dos primeros asaltos eran claramente para el cubano, por lo que el campeón olímpico salió a comerse al cubano en el round final. Jorgito no cambió en nada su forma de pelea y lo mantuvo alejadito y desesperado, la zurda de Gedö quedó ese día anulada, y su derrota debió haber sido 5-0 y no 4-1.

Intercambio sobre el ring entre Jorge Hernández y Gyorgy Gedö.
Jorgito tenía bronce asegurado, pero las dificultades no paraban, le tocaba enfrentarse al medalla de bronce en Munich (1972), el español Enrique Rodríguez Cal, que si recuerdo bien, fue quien eliminó a Rafael Carbonell en la cita olímpica indicada. La pelea se desarrolló el 28 de agosto y Jorgito ganó en buena lid, había asegurado la plata y ahora iba por el oro contra el keniano Steve Muchoki, el que había derrotado a otro favorito, sobre todo de la prensa cubana, el soviético Evgeni Yudín. La prensa local ya hablaba de la final entre Jorgito y Yudín, pero el keniano se encargó de demostrar lo contrario.
La pelea Jorgito y Muchoki fue entretenida, pero con ventaja clara para el cubano, el que finalmente se llevó el primer oro en la historia de los campeonatos mundiales de boxeo.

Jorge Hernández se convierte en campeón mundial en 1974
El paso triunfal del campeón con 20 años de edad no se detuvo. En los Juegos Panamericanos de México (1975), Jorgito ganó fácil sus dos primeros combates y luego derrotó al venezolano Becerra, para ir a la final disputada contra el dominicano Leoncio Mercedes, donde nuevamente se llevó el oro. Al año siguiente, el de las Olimpiadas en Montreal, Jorgito venció a Héctor Ramírez en la final del Playa Girón efectuada en Camagüey. Luego compitió en el Córdova Cardín, cuya sede esta vez fue Pinar del Río, donde logró vencer al santiaguero Jesús Ramos por voto unánime de los jueces. Ante tal desempeño, no quedaba lugar a dudas que Jorgito integraría el equipo nacional a la competencia en Montreal.
Al llegar a la sede de los olímpicos, Jorgito figuraba entre los favoritos para llevarse el cetro en su división de 48 kg. Para que no quedara duda, el habanero derrotó al búlgaro Vladislav Foudjejiev por RSC, posteriormente venció por KO al ugandés Soffa Yarawi, lo que le aseguró el bronce en la justa. Su siguiente pelea fue con el difícil boricua Orlando Maldonado, al que venció por decisión unánime de los jueces, y finalmente enfrentarse a un rival que ya le había derrotado en un torneo Cinturón de Oro, se trataba del Norcoreano Byong Uk Li. El combate del cubano y el asiático fue reñido en extremo y obligó a que Jorgito desplegara toda su velocidad en el ring, contragolpeando y no dejando que el peligroso púgil coreano se le acercara. Fue así que Jorgito se coronó campeón olímpico por veredicto de 4-1 de los jueces.
La siguiente competencia de envergadura para Jorgito fue el II campeonato mundial de boxeo, el que se efectuó del 6 al 20 de mayo en Belgrado, Yugoslavia. En los 48 kg había algunos púgiles ya conocidos como el español Enrique Rodríguez, el boricua Alberto Mercado, el búlgaro George Georgiev, el estadounidense Richard Sandoval, Salin Sarilov de la URSS y el medallista de plata en la Habana (1974), el keniano Steve Muchoki, quien creo que ya en ese entonces residía en Dinamarca.
Jorgito ganó sin dificultad su primera pelea contra el argelino Said Amet, a continuación derrotó al boricua Mercado en pelea nada fácil, pero que hizo que el cubano lo superara debidamente al obtener el 5-0 de los jueces. Su siguiente rival fue el californiano Richie Sandoval, oriundo de Pomona, el que había eliminado al búlgaro Georgiev, al que Jorgito le aplicó su medicina de velocidad de piernas y manos sobre el ring. Por la otra ala iban el venezolano Armando Guevara, vencedor del mongol Banclui Basgalán, mientras Muchoki se las vio con el yugoslavo Sami Buzoli, al que igualmente derrotó. Por lo que Guevara y Muchoki subieron al ring para definir el finalista que combatiría con Jorgito en opción por la medalla de oro. El keniano demostró una vez más su clase al vencer al experimentado boxeador venezolano.
El combate revancha Muchoki-Jorgito fue reñido en extremo, pero el que suscribe vio ganar al habanero por escaso margen. Los jueces vieron otra cosa y le dieron la victoria al africano. Son cosas de este deporte, donde en las decisiones muchas veces se mezclan otros elementos ajenos al desempeño deportivo. Jorgito demostró con creces que fue probablemente el mejor exponente de los 48 kg en su época, boxeador de un estilo depurado de dar golpes y no recibir ligado con la velocidad de sus piernas que desconciertan a su rival.

Jorgito alza a Muchoki después del veredicto que le daba la victoria al africano en el campeonato mundial de 1978
A otra competencia grande Jorgito asistió, las olimpiadas de Moscú (1980). Sucede que el entrenador principal del equipo, Alcides Sagarra, había subido al habanero a la división de los 48-51 kg. El cuerpo humano no es una máquina. Lamentablemente, como el mismo Jorgito manifestó, su forma para Moscú (1980) no fue la mejor y eso le pasó factura en su primer combate, cuando el soviético Vladimir Mirosmichenko le derrotara. Este púgil logró llegar a la final, donde fuera derrotado por el búlgaro Petar Lesov, y así adjudicarse la medalla de plata
En 1991 Jorgito colgó los guantes y se dedicó a labores de entrenador. Tiene el mérito haber sido escogido entre los 100 mejores atletas de Cuba en el siglo XX.
La muerte temprana de Jorgito y sus causas: insuficiencia respiratoria crónica, no son cosas que uno debe tomar como inevitable. Me pregunto cuál era la calidad de vida que tenía el gran campeón, si tenía vicios, probablemente fumar y no poco. Las condolencias en estos casos son mejores cuando se analizan las causas de lo sucedido y se busca la forma de enmendarlas, de otra manera el pésame se convierte en puro cumplido y nada más. Un hombre de 65 años no es un hombre viejo y mucho menos para alguien que practicó deporte desde temprana edad.
Fuentes
- Anon. Jorge Hdez. Padrón. En Caribe. https://www.encaribe.org/es/article/jorge-hernandez-padron/1390
- Revistas Bohemia 1974, 1975, 1978, 1980.
- Boxeo, olimpiadas Montreal 1976 y Moscú 1980, Juegos Panamericanos 1975 en Wikipedia.
- Boxrec.com
Escrito por Esteban Romero 15 diciembre de 2019