“En esta vida, lo único importante es no ser nunca el muerto”.
Lucky Luciano
La figura de Salvatore Lucania, más conocido como Charles “Lucky” Luciano, es muy popular, sobre todo por su presencia en muchos filmes con tramas mafiosas. En realidad, fue el jefe más poderoso que haya tenido el crimen organizado en los EE.UU. durante buena parte de las décadas de los 30 y los 40.
Luciano nació el 11 de noviembre de 1896 en Lercara Friddi, Sicilia. A la edad de 6 años emigró con su familia a los EE.UU. Su llegada fue por la isla de Ellis. Su padre era albañil y la familia se asentó en la ciudad de Nueva York. Su vida en la Gran Manzana fue la de juntarse con pandilleros asiduos al robo de cualquier cosa. El niño Salvatore aprendió pronto el oficio, a los 10 años practicaba atraco, robo en tiendas y extorsión, todo lo cual preocupaba a su padre, el que le buscó un empleo en una fábrica de sombreros, donde lo que ganaba se lo gastaba jugando en un garito. Aprendió temprano el oficio y a los 16 años cumplió 6 meses en prisión por venta de heroína. Fuera de la prisión, ya apodado Lucky por la suerte en los juegos, hizo grupo con otros futuros notables gánsteres, entre ellos el judío Meyer Lansky y su coterráneo Frank Costello. Tan destacado era Luciano que Giusseppe Masseria no dudó en reclutarlo en su pandilla de delincuentes. Su ascenso fue impresionante al convertirse en segundo al mando de ese grupo, muy dedicado al contrabando de licores, prostitución y narcotráfico. A la vez que ascendía aparecían sus rivales, fue por eso que estando en Staten Island fuera secuestrado por cuatro hombres en un automóvil, golpeado, apuñalado repetidamente con un picahielo y le cortaron la garganta de oreja a oreja. Luciano no dijo nada de sus secuestradores a la policía, a los que él personalmente conocía.
En Nueva York operaban cinco familias mafiosas y su rivalidad aparecía con frecuencia. Masseria se creía rey de los mafiosos en la ciudad, realmente lo era, solo que su lugarteniente Luciano tenía otras ideas y proyecciones. En el período de 1930-31 estalló una guerra entre los grupos mafiosos de Masseria y Salvatore Maranzano, de la cual Luciano se aprovechó al invitar a su jefe, Masseria, a un almuerzo y luego asesinarlo. Según relata Cervera (2018), el asesinato ocurrió al mediodía del 15 de abril de 1931, en el restaurante el Nuevo Villa Tammara de Nueva York. Masseria fue abandonado en un momento por sus guardaespaldas a la vez que Luciano disparaba sobre el cuerpo de su jefe, o sea una escena que ya hemos visto en alguna que otra película sobre la mafia. Así Luciano servía en bandeja la cabeza de su jefe a Maranzano, cuyas ideas eran similares a las de Masseria, los que solo confiaban en personal italiano y si era siciliano mucho mejor. Luciano entendía que las capacidades del negocio del crimen no tenían por qué limitarse a personas de una sola nacionalidad. Por eso entró en contacto con mafiosos judíos como Bugsy Siegel y el mencionado Lansky, sin dejar a un lado a poderosos italianos como Vito Genovese, Albert Anastasia y Joe Adonis.
Una vez eliminado Masseria, Maranzano decidió organizar una reunión cumbre a la cual asistirían representantes de las cinco familias operantes en Nueva York y hasta incluso de otros estados de la Unión. Maranzano pidió paz y cooperación a la vez que nombraba a Luciano jefe del grupo de Masseria. Como ven, otra escena vista en película. Luciano, ambicioso al fin, no tenía idea de detenerse, su objetivo era convertirse en capo di tutti, fue así que, en combinación con la mafia judía, logró eliminar físicamente a Maranzano, quien se consideraba capo di tutti i capi (jefe de todos los jefes) en la ciudad.
Su ascenso continuó, ya era el capo supremo, y parejamente aumentaba su fortuna. En 1927 era todo un millonario con su cara marcada por la viruela que sufrió a su llegada a EE.UU. Así y todo, gustaba de la música clásica, muy parecido a su colega Al Capone en Chicago, al igual que las obras de arte y las bellas mujeres. Sin embargo, se equivocó al enamorarse de la hija de un policía, el que le dio una buena tunda y le lesionó su ojo derecho, lo que le obligó a usar gafas para esconder su defecto.
En 1935 tuvo un gran tropiezo cuando el fiscal Thomas Dewey logró evidencias suficientes sobre los manejos de la prostitución, muchas veces con chicas de corta edad, la extorsión permanente, el tráfico de drogas y otros cargos, que valieron para condenar a Luciano a una pena de 30-50 años en la prisión de Clinton en Dannemora, Nueva York, en 1936.
Era hacerlo prisionero, pero nada detenía su acción criminal desde la misma cárcel. Mandaba órdenes de aquí para allá. Para su suerte, el lujoso Crucero Normandie explotó en el puerto de Nueva York, por lo que la inteligencia naval estimó oportuno pedir ayuda a Luciano a fin de asegurar la seguridad en los muelles. Bastó que el siciliano ordenara el fin de los sabotajes en los muelles. Por esa razón fue liberado en 1946 y deportado a Roma.
Como no era hombre de quedarse quieto en su país natal, en 1946 decide comenzar sus acciones en la Habana, adonde llegó procedente de Río de Janeiro el 2 de octubre. Su llegada fue en Camagüey, de donde se trasladó a la Habana. Allí organizó, conjuntamente con Meyer Lansky, una reunión en la planta alta del hotel Nacional, parecida a una cumbre, de los líderes de la mafia estadounidense y la Cosa Nostra siciliana, en la que participaron los primos de Al capone, Rocco y Joseph, los hermanos Fischetti, Frank Costello y Umberto Anastasia entre otros invitados. La reunión tuvo lugar el 22 de diciembre de 1946. Un personaje muy conocido por todo el mundo, el cantante italo-americano Frank Sinatra fue el encargado de amenizar con sus canciones en las noches, a la vez que hacía llegar un millón de dólares a Luciano, algo que fuera confirmado por el mismo FBI de EE.UU. En esa reunión se tomó una importante decisión asesinar al mafioso judío Bugsy Siegel, quien en esos momentos construía el hotel Flamingo en la Habana. Para suerte del condenado, su ejecución demoró algo y se materializó el 20 de junio de 1947 en los Ángeles. Otra decisión fue crear toda una red de tráfico de heroína.
En la Habana, Luciano estuvo albergado en una suite en el octavo piso del Hotel Nacional, aunque también tenía una residencia en Miramar con terrazas sobre el mar. El siciliano continuó siendo el putañero de siempre, campeaba a su antojo. El presidente Grau San Martín, uno de los mandatarios cubanos que más acción permitiera a las pandillas criminales en el país, se hacía el sordo cuando el gobierno de EE.UU. le señalaba la presencia de Luciano en la Habana. El jefe mafioso solía fotografiarse con jóvenes bellas y lo hacía sin preocuparle mucho.
Según Bianchi Ross (2007), en Cuba, Luciano tenía entre sus amistades al senador Paco Prío, hermano del futuro presidente de la República, Carlos Prío; a Pablo Suárez Aróstegui, esposo de una de las sobrinas del Presidente Grau; Indalecio Pertierra, dueño del hipódromo y del cabaret Montmartre, hombre influyente que le proporcionó guardaespaldas cubanos a Luciano. El jefe mafioso invirtió mucho dinero y compró legisladores, jueces y oficiales de policía, a los que invitaba a sus fiestas y le regalaba lo inimaginable.
Como el presidente Grau no tenía la menor intención de entorpecer la actividad de Luciano, el gobierno estadounidense suspendió el envío de medicinas a Cuba, medida severa que puso a pensar al presidente y a su vez galeno, por lo que no le quedó más remedio que detener a Luciano e internarlo en el campamento de Tiscornia, donde le arreglaron un expediente a fin de expulsarlo del país.
Todas las pistas indican que por detrás de esta detención y deportación estuvo la mano de Meyer Lanski, quien se convirtiera en dueño absoluto del crimen organizado en la Habana. A Luciano le tocó su turno, solo que no murió como sus antecesores Masseria y Maranzano.
A su regreso a Italia, lideró la campaña electoral de los liberales sicilianos, organizó el atentado de asesinato del presidente de Panamá Remón Contrera ocurrido el 2 de enero de 1955, algo no confirmado, pero sí sospechado. Luego se dedicó a escribir sus memorias y en su megalomanía decidió que las mismas podían ser llevadas al cine. Para su felicidad, muchos actores han interpretado el papel de este personaje tristemente célebre, incluso hay un film de 1973 que lleva su nombre por título, que fuera dirigido por Francesco Rossi, mientras Gian-Maria Volonte interpreta el papel de Luciano.
Murió de infarto el 26 de enero de 1962 en el aeropuerto Capodichino de Nápoles. Su muerte ocurrió de forma extraña, algo que nunca se ha aclarado. Sus restos fueron, por propio deseo, sepultados en el cementerio de la Catedral de St John en Queens, Nueva York.
Fuentes
Alfaro Julio. 2017. ¿Por qué mataron a Remón?, una pregunta recurrente. La Estrella de Panamá, 31 dic. https://www.laestrella.com.pa/nacional/171231/remon-mataron-pregunta-recurrente
Amiguet Teresa. 2012. La misteriosa muerte del legendario capo «Lucky» Luciano. La Vanguardia, 16 enero. https://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20120126/54244606671/la-misteriosa-muerte-del-legendario-capo-lucky-luciano.html
Anon. 2015. Luciano, Lucky. Encyclopædia Britannica. Encyclopædia Britannica Ultimate Reference Suite. Chicago.
Bianchi Ciro. 2007. Luciano en persona. 6 marzo. https://wwwcirobianchi.blogia.com/temas/personajes/pagina/6/
Cervera César. 2018. La traición de Lucky «Luciano» al mafioso más grosero que ha conocido Nueva York. ABC.es 19 enero. https://www.abc.es/historia/abci-traicion-lucky-luciano-mafioso-mas-grosero-conocido-nueva-york-201801171551_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
Largo Gontzal. 2008. Cuando la Habana era de la Mafia. Diario Vasco, 25 agosto https://www.diariovasco.com/20080825/gente/cuando-habana-mafia-20080825.html
Reyes Ortiz Igor. 1994. Lucky Luciano en el Malecón. El País, 18 agosto. https://elpais.com/diario/1994/08/18/internacional/777160813_850215.html
Escrito por Ricardo Labrada, 25 marzo de 2020