“La realidad deja mucho a la imaginación.”
John Lennon
No es muy difícil rememorar algo de la juventud vivida, la que cuando la tuvimos, realmente no supimos apreciar en toda su extensión, pero como dice el refrán, nadie nace sabiendo.
Hace cincuenta años que la agrupación musical de los Beatles desapareció de la escena. En estos días he podido conocer un poco más sobre esos músicos, que me hicieron bailar en múltiples ocasiones, a veces de manera delirante. Según Wikipedia, ya en 1956 John Lennon era parte de un grupo llamado Skiffle Craze, algo así como Locura de Craze. Supongo que el grupo haya sido de Liverpool. Lennon después pasó a tocar con The Quarry Men, donde Paul McCartney lo conoció en 1957. El joven Pablito tenía 15 años, pero era todo un artista guitarra en mano, por lo que no dudaron en incluirlo en el grupo. McCartney, a su vez, invitó a su amigo George Harrison a que se uniera al grupo. Harrison tenía 14 años en enero de 1958. Los Quarry cambiaron de nombre y pasaron a llamarse Johnny and the Moondogs (Johnny y los Perros Lunares). En 1960, se incluyó el bajista Stuart Sutcliffe, quien fue promotor de la idea de crear un grupo musical nuevo y original, en el cual Pete Best fue su primer baterista.
¿De dónde le vino el nombre? Buscaron algo que supiera a insecto. Ya había un grupo llamado The Crickets (Los Grillos). Entonces pensaron en Escarabajos (Beetles), y ahí fue cuando a Lennon se le ocurrió cambiar una E por una A. La música se le llamaba Beat, que se puede traducir como Golpe o Ritmo figuradamente. Así surgió el nombre de Beatles, grupo que tocaba lo mismo en Liverpool que en Hamburgo, Alemania. En la medida que fueron tomando fama, se hacía necesario un representante y un productor. Brian Epstein fue su representante por largo tiempo, mientras que George Martin les proporcionó la debida producción.
El grupo tuvo la baja de Sutcliffe en 1961, mientras que Best se separó en 1962, fue entonces que entró el conocido Ringo Starr. Su primer album de larga duración fue Please Please Me, que fuera lanzado el 22 de marzo de 1963 en el Reino Unido, fecha que puede considerarse como el inicio de la Beatlemanía.
El grupo tocaba piezas de figuras conocidas en el mundo del rock, como fueron Roll over Beethoven de Chuck Berry, Twist and shout (también conocida como Shake it up, baby) de Phil Medley y Bert Russell; Mr Moonlight de Roy Lee Johnson; y Hard day’s night de Alun Owen, así como canciones originales, casi siempre de la autoría de Lennon & McCartney, como fueron Love me do, Please Please me, I saw her standing there, Ask me why, She loves you, Help, Can´t buy me love, From me to you, Yesterday, All you need is love entre otras.
Ni idea tenía en 1962, estando en Cuba, de la existencia de este grupo, ni que existiera un ritmo llamado Twist, que fuera muy popular entonces en los EE.UU. En setiembre de 1962 estaba en la URSS, donde la música más popular para bailar era el Charleston con ritmo de foxtrot o swing, no siempre permitido en todos los bailes estudiantiles, ya que se entendía que era un producto americano. Así que a aprender a bailar waltz, no hubo más remedio, y alguna pieza más con ritmo de caballito que se tocara, lo cual no fue obstáculo para que el twist llegara a nuestros oídos a mediados de 1963, más que todo por los discos que traían consigo los estudiantes africanos.
No fue hasta octubre de 1964, ya en Kiev, que oí por primera vez una canción de los Beatles, Can´t buy me love, y luego Twist & Shout, ambas en un single que era propiedad de un estudiante somalí. Aquel compañero me invitó a que bailara la primera pieza mencionada, obviamente como twist y no lo defraudé. Poco a poco llegaban los álbumes de larga duración de los Beatles, cuyas canciones arrebataban a los jóvenes. Así y todo, era un producto del imperialismo y en la URSS estaba prohibida su reproducción en bailes públicos o estudiantiles, algo que se mantuvo por largo tiempo. La prohibición incluía cualquier música que se pareciera a la de los Beatles y los Rolling Stones.
En Cuba trataron de opacar la Beatlemanía con el ritmo Mozambique, el cual duró poco realmente. En honor a la verdad, no recuerdo haber oído que existiera prohibición, pero sí no se oía en ninguna radioemisora nacional, ni siquiera se mentaban en los medios públicos. En 1965, la Reina Isabel II designaba a los Beatles como miembros de la Orden del Imperio Británico, nombramiento a propuesta del Primer Ministro Harold Wilson, el cual hasta ese momento se le otorgaba solo a veteranos de guerra y a líderes civiles. Silencio absoluto en la Habana y el resto del territorio nacional.
Unos estudiantes cubanos de economía agrícola en la URSS habían viajado de práctica a Cuba en el verano de 1967 y regresaron a la URSS a bordo de un buque soviético, donde viajó inesperadamente un alto dirigente del gobierno cubano, cuyo nombre prefiero reservarme. Los estudiantes, por costumbre, se reunían en la noche, ponían alguna música pop y a bailar, pero con la presencia de ese dirigente, se dedicaron a hacerlo en lugares reservados y a veces en hora de la madrugada, querían bailar y que no los oyeran. Usualmente esos bailes se hacían en la noche, donde está la cancha de volibol, el que se juega con una pelota atada a una cuerda y así evitar que cayera al mar, o en su lugar, al lado de la piscina, pero ni hablar de hacerlo en esos lugares tan públicos en el barco. Fue así que comenzaron a esconderse para bailar lo que querían, que no era solo poner a los Beatles o la música pop, a los cubanos bastante nos gusta movernos con el son y el bolero también. Los estudiantes ignoraban que la seguridad personal del dirigente estaba al tanto de todo y le informaba sobre lo que ocurría a su alrededor. Sorpresa tuvieron cuando el alto dirigente se personó sorpresivamente en uno de esos bailes reservados y les pidió que siguieran con libertad. El buque, después de atravesar el Bósforo, paró brevemente en Bulgaria, donde a esa persona la estaban esperando, luego iría a la URSS.
Sea por lo que sea, un mes después de este hecho, se comenzó a oír música pop de todo tipo en la radio cubana. La prohibición encubierta desapareció, algo que los cubanos deben agradecer a esos estudiantes. La música no intoxica a nadie, alegra y da deseos de vivir. Fue desde entonces que los Beatles aparecieron en la radio cubana conjuntamente con otros grupos como los Rolling Stones, Monkeys, Mama & the Papa, Beach Boys y otros.
Nunca he llegado a entender la razón para erigir un monumento a John Lennon en la Habana. No lo critiqué, aunque no lo entendí entonces ni tampoco ahora. Una bonita explicación de los hechos reales no hubiera venido mal, pero no la hubo.
Es prudente aclarar que las llamadas democracias populares, Hungría, Polonia, Checoslovaquia, Bulgaria, Yugoslavia y Rumania, no llegaron a aplicar tales prohibiciones. Allí se oía de todo y los grupos nacionales trataban de imitar a los occidentales. Lo hacían como una manera de contrarrestar las trasmisiones de occidente, que venían todas con mucha Beatlemanía. No había necesidad de identificar esa música con el imperialismo. Bastaba hospedarse en el Stadt Berlín de la RDA o DDR para uno darse cuenta de la competencia que mantenían las radioemisoras de las dos partes de Berlín. Les aseguro que la oriental superaba en calidad de música pop a la occidental, aunque Ud. no lo crea.
La triste noticia de la desaparición de los Beatles llegó en 1970, para aquellos, como el que suscribe, que le teníamos como ídolos, fue un duro golpe. No cabía en nuestras cabezas que se fueran y que no les oiríamos más tocando juntos. Unos decían que era por McCartney, otros por Ono, la compañera de Lennon, en fin, nadie sabe la verdad a ciencia cierta. Tuve la suerte de ir a Inglaterra en 1972 por unos meses, donde adquirí álbumes y libretos sobre ellos. En las victrolas de los pubs no faltaban sus canciones, que uno trataba siempre de oír. La realidad fue que se fueron para no volver, aunque su recuerdo perdura por esa revolución musical que nos dio varios momentos de alegría.
Escrito por Ricardo Labrada, 15 abril de 2020, con información de la historia de los Beatles consultada en Wikipedia.