“La cosa más fuerte que posee el beisbol de hoy son sus ayeres.”
Lawrence Ritter (1922-2004, escritor de economía y béisbol)
Es aconsejable recordar a todas esas figuras que en épocas pretéritas lograron deleitar a los aficionados cubanos al béisbol. Siempre se discute mucho quién fue el pelotero cubano más completo de todos los tiempos, difícil que se pongan de acuerdo al respecto. No obstante, hablemos aquí de uno de los que fue considerado como el mejor en el siglo XIX, opinión compartida por ex-peloteros y conocedores de este deporte, como fueron Abel Linares, Camilo Pérez, Tinti Molina, Antonio María de Cárdenas, Manuel Calcines, Ramón S. Mendoza y Alfredo Suárez entre otros. El pelotero es Antonio María García Callaghan, conocido como El Inglés, apodo que se podría suponer venga por línea materna. Callaghan es apellido de origen gálico, irlandés en este caso. No obstante, según afirma el bull pen de baseball-reference.com, el apodo se debe a su fluidez en inglés, aparte de haber tenido una instrucción esmerada, información corroborada por González Echeverría (2004).
El Inglés nació en Matanzas en 1868 y jugaba todas las posiciones, pero se destacaba más recibiéndole a los lanzadores o jugando en los jardines, era hombre de poder y rápido en las bases. Su debut fue con el Almendares en 1892, donde se mantuvo hasta 1895. Luego jugó, por ese orden, con Habana (1986-89), Fe (1889-91), Almendares (1892), Águila de Oro (1892-93), Almendares (1993-95), Almendarista (1897-1900), Fe (1901), Almendares- Fe (1902 y 1905). Fueron varios lideratos alcanzados por este gran pelotero:
- Co-líder en triple (1) en la temporada de 1885-86
- Líder en hits (26), en dobles (6) y bateo (.448) en la temporada de 1888
- Líder en veces al bate (65), hits (24), dobles (6), triples (4), jonrón (1), slugging (.538) y bateo (.369 en la temporada de 1889-90
- Líder en slugging (.419) en la temporada de 1890-91
- Líder de bateo (.362) en la temporada de 1892
- Co-líder en dobles (4), co-líder en jonrones (2) y líder en bateo (.385) en la temporada de 1892-93
El famoso John McGraw pasó por la Habana en 1889 y lo invitó a que firmara para jugar con los Orioles de Baltimore de aquella época. El Inglés se negó, ya que no le hacía falta irse fuera para vivir bien en Cuba. La Directiva del Habana le pagaba 500 pesos mensuales entonces, vestía bien y frecuentaba la famosa Acera del Louvre, para ser más exacto esquina de Prado y San Rafael en la Habana, donde mismo ahora está el Gran teatro de la Habana Alicia Alonso.
El Inglés se mantuvo jugando pelota mientras pudo para luego dedicarse a funciones de director. Abel Linares le dio las riendas de aquellos primeros All Cubans itinerantes e igualmente jugó alguna que otra vez con los Cuban Stars. Su final en el béisbol fue como árbitro.
Los últimos años de su vida fueron en extremo tristes, el alcoholismo fue su «nuevo deporte», el cual lo aniquiló completamente. Sobre las causas de esta adicción no se sabe mucho. Lo cierto es que vivía de la ayuda de sus amigos, el Dr. López Valle le consiguió un empleo en la Secretaria de Sanidad, que casi no pudo ejercer, dormía en una caseta del Almendares Park. Finalmente, falleció el 24 de julio de 1923 en la Habana producto de anemia perniciosa, tenía entonces 55 años. Para poderlo ubicar en el féretro hubo que cortarle sus dos piernas, ya que el morir ambas estaban dobladas. Sus restos descansan en el cementerio de Colón de la Habana y a su carrera beisbolera se le rindió honores cuando en 1939 fue exaltado al Salón de la Fama de Cuba, entre los 10 primeros que integraron este sitial de honor.
Fuentes
Anon. Antonio María García. Baseball-reference.com. https://www.baseball-reference.com/bullpen/Antonio_Mar%C3%ADa_Garcia
Anon. Antonio María García. Seamheads.com. https://www.seamheads.com/NegroLgs/player.php?playerID=garci01ant
González Echevarría R. 2004. La gloria de Cuba. Ed. Colibrí, España, pp 195 y 456.
Romero E. Base personal de datos.
Secades Eladio. 1954. Recuerdos gráficos de la historia del baseball en Cuba. Bohemia, 3 enero, pp 63-75
Escrito por Esteban Romero, 11 mayo de 2020