“En cuestiones de vida o muerte, el vocabulario
de un hombre es sumamente limitado.”
Pronunciado por el abogado en el film

Sin uno proponérselo, le cae un viejo film en manos con trama muy actual, el cual tiene un título muy directo en español, mientras que su original en inglés es “Intruder in the dust” (Intruso en el polvo), película dirigida por un director destacado, del cual se habla poco en estos tiempos, Clarence Brown, quien nunca obtuvo Oscar, pero le llovieron cinco nominaciones de películas muy aceptadas por la crítica y el exigente público.
Dice la sinopsis que el film se desarrolla en Mississippi, había pensado que era en un pueblo de Tennessee. Sea donde fuera, la discriminación era pan nuestro de cada día. Realmente se rodó en Oxford, pueblo de Mississippi, donde residía el guionista.
La película y guion están basados en una obra del famoso novelista William Faulkner, autor de otros guiones de filmes de reconocida calidad, tales como “Gunga Din (1939)”, “Tener o no tener (1945)”, “El sueño eterno (1946)”, entre muchos otros. Faulkner si es oriundo de Mississippi, por lo que su aporte a la trama del film fue valioso indudablemente.
Sucede un asesinato de un blanco, enseguida la conclusión acusatoria fue la más simple, lo mató un negro, el que estaba cerca del lugar de los hechos. La horda de blancos de todo el territorio se movió para linchar al piel oscura, asesino y criminal. No hacía falta más prueba, ni argumentos, el negro era el culpable y tenía que pagar con su vida.
El resto de la trama tendrán que verlo en el film, no spoiler es una consigna de este blog. Si se anima a ver esta cinta, la cual está disponible gratuitamente en youtube.com, se dará cuenta de que los problemas raciales que ocurren en estos años son muy similares a los de décadas atrás.
Ese supremacismo de los blancos sea allí o en otros muchos países del planeta es una forma de trato inhumano, que no busca ninguna vía de relación normal. Por suerte, las poblaciones no son homogéneas, suelen tener minorías que se contraponen a esas mayorías y ofrecen una oposición racional. Se trata en algunos casos de personas que no están de acuerdo con la esclavitud, tampoco con la discriminación extrema, pero aceptan la segregación, nada de integración. Otras minorías abogan por una relación normal sin importarles el color de la piel de sus vecinos.
Las actuaciones del boricua Juano Hernández, como negro acusado; de Claude Jarman Jr., el adolescente defensor; David Brian, el abogado supuestamente defensor; y Porter Hall, padre de la víctima, el que como de costumbre encarnó su papel a la perfección, fueron todas de alto nivel, nada que envidiar a las de los protagonistas de películas de mayor categoría.
Escrito por Esteban Hernández, 24 setiembre de 2020, con información consultada en IMDB.com