“Si nunca has conocido el fracaso, tampoco conocerás el éxito.”
Ray “Sugar” Leonard (estelar ex-campeón de boxeo)
Debido al interés despertado por el artículo anteriormente publicado sobre la carrera boxística del santiaguero Ciro Moracén en este blog, buscamos información detallada sobre sus peleas con el agresivo púgil habanero Puppy García, las que siempre fueron reñidas sobre el ring y en la decisión final de los jueces.
Antonio “Puppy” García fue un boxeador de los pesos ligeros, muy agresivo, de amplia popularidad entre los aficionados al deporte de los puños. Puppy nació el 31 de octubre de 1932 en la Habana y debutó como púgil profesional el 30 de junio de 1949, en pelea contra José Lugo, en el Palacio de los Deportes de la Habana, combate que terminó con victoria por KO para el habanero. En su carrera, la que se extendió hasta 1959, ganó 36 peleas, 17 por la vía rápida, perdió 8, la mitad por KO y entabló 4.
Entre los boxeadores más difíciles para Puppy estaban, además de Moracén, Mario Noa, primero en ganarle como profesional; el norteamericano Charlie Titone, primero en noquearlo técnicamente, aunque en la revancha Puppy le ganó también por la vía rápida; el mexicano Humberto Villarreal Martínez, más conocido como Kid Anahuac, que logró una tabla en una de sus peleas; el venezolano Víctor Adams, conocido como Sonny León; y el cienfueguero Martín “Güije” Rodríguez, quien no pudo ganarle a Puppy, pero si noquear a Moracén en 1958. Hay otros púgiles que fueron dignos rivales del habanero, pero lo que aquí ocupa es las peleas de Moracén y Puppy del pasado.
El reportero Peter nos describe la primera pelea entre Moracén y Puppy, efectuada el 2 de octubre de 1954 en la Habana, pleito que para el santiaguero revestía enorme importancia económica. El alcalde de Santiago de Cuba le prometió colocarlo en empleo y declararlo hijo predilecto de su ciudad natal.
El primer asalto de la pelea fue para Moracén, quien hizo disertación de sus ganchos de izquierda, Puppy reaccionó fuerte en el segundo, pero Moracén logró abrirle una herida en su ojo izquierdo. Puppy no se amilanó, mientras su rival trataba de castigarlo en la herida. Terminado el tercer asalto subió el médico para examinar la herida de Puppy. Podía seguir peleando a condición que la herida no se agrandara. Hasta el séptimo round parecía como si la herida hubiera desaparecido, hubo fuertes intercambios de golpes, Puppy logró conectar fuerte al físico del oriental, que peleó como de costumbre a la riposta conectando sus temibles ganchos de izquierda. En el octavo, Puppy salió a comerse a Moracén, de nada le valió, la herida del ojo izquierdo hizo acto de presencia y Moracén jabeó una y otra vez sobre la misma. En el noveno, por el estilo, Puppy al ataque, Moracén atrás, mañas de boxeador, cuando Puppy llegaba los ganchos se repetía una y otra vez, Puppy resbaló y el árbitro así lo vio, la esquina del oriental protestó, pero de nada le valió, no hubo golpe como tal. El décimo round fue muy parejo, pero siempre con Moracén sacando una ligerísima ventaja. La decisión final de los jueces fue para Ciro Moracén, quien se llevó su primera victoria sobre el ídolo habanero.
Vino la revancha en la Habana nuevamente, el 10 de agosto de 1955, como en el anterior, en juego la faja de los pesos plumas (57 kg) a nivel nacional. Esta pelea fue una bomba en realidad. Puppy salió a ganar y así se mantuvo a lo largo de los primeros seis asaltos, Moracén se vio muy inferior ante el ímpetu del habanero, pero parece que el santiaguero había guardado armas para los finales del pleito. En el décimo round, el oriental, boxeador de su mano zurda, logró conectar un derechazo al estómago de Puppy que lo paró en seco. El boxeador del Vedado siguió su combate, pero ya estaba herido, el remate llegó en el décimo segundo asalto, hubo fuerte intercambio de golpes, fatal para Puppy, el que se desplomó y el árbitro le contó los 10 segundos reglamentarios. Eladio Secades afirmó que Puppy no oyó el conteo y que hubo necesidad de ayudarle para que llegara al camerino. Era el primer KO en su carrera y su segunda derrota a manos de Moracén.



La pelea entre esos dos colosos aportó 20 mil pesos en taquillas, una cifra alta en 1955, por lo que había que organizar una tercera pelea. Los habaneros querían una victoria de Puppy y los orientales querían demostrar que Moracén era el mejor. Por lo que nuevamente se puso la faja de los plumas en combate escenificado en la Habana el 23 de febrero de 1957, así de a bueno, para esperar el día del Grito de Baire, fecha festiva en Cuba hasta principios de los años 60.
El tercer combate fue muy parejo, aunque con alguna ventaja para el campeón. Puppy desarrolló una pelea muy distinta a las anteriores que había hecho contra Moracén, se le vio duro, pero el oriental siempre supo sacar su ventaja en la riposta. Toda Cuba estaba pendiente del desarrollo de esta pelea, ya que fue televisada y también una concurrencia enorme en la sala del combate. Pelea muy parejita y con ligera ventaja para Moracén. Llegó la hora de la verdad, la decisión final, el juez Castellanos votó 116 a 113 a favor del oriental, el árbitro Antonio Santana votó todo lo contrario, 116 a 113 a favor de Puppy García, mientras que el tercero, el juez Planas, votaba a favor de Puppy García 117-116. Terminado el anuncio del veredicto por Peñita, las botellas comenzaron a llover, era el pueblo rebelde y contrario a la decisión tomada de despojar al campeón de su título. Los que estaban alrededor del ring no tuvieron más remedio que esconderse para que las botellas no alcanzaran sus cabezas o cuerpos.

Casi toda la prensa y buena parte de la afición estuvo en desacuerdo con el fallo. Puppy peleó bien, pero no ganó. No es difícil pensar que detrás de todo aquello había algún amañamiento. Vaya a Ud. a saber qué impresión se llevarían los ases de la pista como Juan Manuel Fangio, el Marqués Alfonso de Portago, Stirling Moss y Eugenio Castelloti, que presenciaron esta pelea e iban a participar en la carrera de la Habana en esos días. No es de dudar que el actor Gary Cooper haya presenciado esta pelea, ya que vino a la Habana en ocasión de esa carrera de autos.

El comisionado de deportes, el Coronel Roberto Fernández Miranda, cuñado de Fulgencio Batista, tuvo que intervenir horas después en esta decisión, la que quedó revocada. Se hablaba primero de tomar medidas de protección y represalias para que esta violencia no se repitiera, y del resultado amañado, ¿qué?
La solución de la revocación fue llamar a Puppy, pedirle que renunciara y devolviera el título, lo cual realizó acompañado de palabras de humildad en la redacción del Diario de la Marina. En realidad, Puppy no tenía culpa alguna de lo sucedido, él boxeó en pos de una victoria que jamás le llegó contra su sempiterno rival, Ciro Moracén.
El manager de Puppy García, Higinio Ruíz, hizo declaraciones útiles en la Sección de Deportes de Eladio Secades en el Diario de la Marina. Ruíz señalaba que las malas decisiones pueden crecer en la medida que los apostadores tengan más influencias sobre los veredictos finales. No obstante, se reconoce que el estallido popular nada tenía que ver con las apuestas, fue sencillamente un rechazo a una decisión considerada injusta por buena parte de la afición y de la misma prensa. Sin embargo, el ilustre fue muy injusto al afirmar que Moracén lo único que hacía era correr por todo el ring, vaya hombre, lo que hay que leer. Moracén fue peleador de riposta, campeón nacional por años en su división y este señor ofende con ese comentario indebido. En Cuba hasta hemos tenido la suerte de tener un campeón olímpico con igual estilo, como lo fue Orlandito Martínez, el zurdo del Juanelo. Moracén era peleador de una mano, pero cuidado, que su derecha estaba lista como arma de reserva, el mismo Puppy la probó en la segunda pelea, fue un directo al estómago. Mejor es afirmar que el estilo agresivo, en la búsqueda de la corta distancia, de Puppy nunca logró imponerse al que poseía Moracén. Entrar y pegar, luego salir fuera, es un estilo del clásico esgrimista sobre el cuadrilátero. En el modesto entender del que suscribe, ni al campeón, ni al aspirante se le debe dar ningún margen de ventaja, se lo tiene que ganar boxeando, que fue otro de los comentarios de Ruíz (¿¿??).
Fuentes
Anon. Pupi García. https://boxrec.com/en/proboxer/15955
Anon. Puppy García oponentes. https://boxstat.co/es/boxer/41444-pupi-garcia
Anon. Ciro Morasen. https://boxrec.com/en/proboxer/37193
Anon. 1955. Sorpresivamente Ciro Moracén noqueó en el décimo segundo round a Puppy García. Diario de la Marina, 11 agosto. https://ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/00/15/65/01652/UF00001565_01652.pdf.
Anon. 1957. Renuncia Puppy García al título pluma que ganó en la contienda con Moracén. Diario de la Marina, 27 febr. pp- 3-B. https://ufdc.ufl.edu/UF00001565/00360/21j
Peter. 1954. En una pelea de gran emotividad, venció Moracén a Puppy García. Diario de la Marina, 3 oct., pp 7-B. https://ufdc.ufl.edu/UF00001565/16905/27j
Peter. 1957. En decisión apretada e impopular Puppy García se coronó campeón de los featherweight. Diario de la Marina, 24 febrero, pp. 2-B. https://ufdc.ufl.edu/UF00001565/00358/26j.
Romero Esteban. 2016. Ciro Moracén, el campeón de una sola mano. Deportescineyotros.com, 6 febr. https://deportescineyotros.com/2016/02/06/ciro-moracen-el-campeon-de-una-sola-mano/
Secades Eladio. 1955. Firmamento de los deportes. Bohemia, 21 agosto, pp 85-86. https://ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/02/90/10/02629/21_agosto_1955_34.pdf
Secades Eladio. 1957. Un motín infernal provocó la decisión del sábado. Bohemia, 3 marzo, pp. 72-77. https://ufdcimages.uflib.ufl.edu/UF/00/02/90/10/02710/3_marzo_1957_9.pdf
Escrito por Esteban Romero, 14 setiembre de 2020.