“En la India se recicla todo, hasta los sueños.”
Shashi Tharoor (1956, politico indio)
Hay canciones o melodías que recuerdan momentos de uno en la vida. De eso puedo dar fe y referirme a muchos pasajes de mi niñez en Cuba, los que asocio con algunas canciones en el hit parade nacional en cada momento. Este que cuento hoy no tuvo como escenario Cuba. Me sucedió un buen día que mi familia estaba componiendo un arbolito de navidad en Valencia, España, por lo que puse alguna música en el aparato de CD. Lo inicié con Oscar D´León y sus pegajosos montunos, música con mucha influencia cubana, luego cambié para otro y en el acto me surgió el recuerdo de mi primer viaje a la India en febrero de 1990.
Era la segunda vez que visitaba Asia, pero la primera a la India. Estar allí me hizo recordar a la figura de Mahatma Gandhi, Śrī Pandit Jawāharlāl Nehru y su hija, Indira Gandhi. En la India hay mucho para ver, su capital Nueva Delhi tiene lugares interesantes: el antiguo palacio mogol el Fuerte Rojoo Lal Qila, la Puerta de India, todo un tributo a los caídos en la I Guerra Mundial, el memorial de Raj Ghat o Patio Real, donde permanecen las cenizas del cuerpo de Gandhi incinerado y muchos otros lugares más.
Si se te antoja, puedes ir a Agra, un recorrido de algo más de tres horas en coche desde Delhi, y visitar esa maravilla del mundo conocida como Taj Mahal (Palacio de Corona), un verdadero monumento al amor, como así le llamé en un artículo anterior (2015).
En el entra y sale del hotel en Nueva Delhi para los lugares a visitar o las oficinas, todas en función de trabajo, a uno le llegaba al oído piezas musicales con ritmo y atractivo, algunas de ellas con mucha percusión, las que suelen a uno acompañarlo todo el tiempo de visita a algún templo o cuando pasa cerca de los mercados, los que sobran en la India.
Un buen día hablé con el colega hindú que nos atendía y le pedí me llevara a lugar de venta de casetes musicales. Cuando hubo un tiempo me complació. La idea era comprar algo hindú de lo que había oído. Para mi sorpresa, allí se escuchaba unas piezas muy rítmicas que nada tenían que ver con la india. Me sabía a una mezcla de pop con ritmos caribeños, por no llamarle cubanos.
Pregunté qué grupo musical era y me dijeron, Miami Sound Machines. Miré la caratula del casete y me añadía a una tal Gloria Estefan. No lo pensé mucho y lo compré. Era la segunda vez en mi vida que me pasaba algo similar. En una ocasión en Londres (1972), había ido a una tienda de discos, iba buscando algo de Tom Jones. En el lugar se escuchaba otras piezas rítmicas y originales, miré la caratula y me decía Abraxa, Santana, costaba más de dos libras, no me lo pude llevar, se iba por encima de mi presupuesto. Supe que el guitarrista y jefe del grupo era Carlos Santana. No obstante, un mes después lo adquirí en Galerías Preciados en Madrid, donde todo costaba mucho menos que en Londres.
¿Quién era Gloria Estefan? En Cuba nunca la había oído. Vaya hombre, resulta que era una cubana o más bien, nacida en Cuba, aunque criada en Florida. Su nombre real es Gloria María Milagrosa Fajardo García, nacida el 1 de septiembre de 1957 en la Habana. Su familia tuvo que salir rápido de Cuba el 1 de enero de 1959, ya que su padre se dice era guardaespaldas del dictador Fulgencio Batista.
El casete comprado traía el álbum “Let it loose”, lanzado en 1987, donde dos canciones me hacen siempre recordar la India, una es “Can’t stay away from you”, una pieza muy romántica, tiene mucha razón cuando dice “Time flies when you’re having fun” (El tiempo pasa cuando uno se divierte). La otra era la conga “1,2,3” y su estribillo “Come on baby say you love me” (Ven cariño y dime que me amas). El resto de las canciones son preciosas igualmente, pero las que más recuerdo son esas.
Así que el arbolito de navidad fue motivo para volver a oír alguno de los éxitos tempranos de Gloria Estefan y recordar varios sitios visitados en la India en aquel entonces.
Escrito por Ricardo Labrada, 12 diciembre de 2020