“La forma más común de trata de personas descubierta es la perpetrada con fines de explotación sexual. Los casos de trata registrados a nivel mundial en 2006, el 79% correspondió a esa modalidad, en tanto que, el 21% restante de las víctimas fue objeto de trata con fines de trabajo forzoso u otras formas de explotación.”
Tomado de Delincuencia organizada transnacional
https://www.unodc.org/toc/es/crimes/human-trafficking.html
Se trata de otro film (The Whistleblower, 2010) basado en hechos reales, ocurridos en el territorio de Bosnia-Herzegovina, entonces con presencia de personal militar de las Naciones Unidas, al parecer, terminadas las guerras que sostuvieron con sus vecinos serbios y croatas.
La dirección de la película corrió a cargo de la cineasta canadiense Larysa Kondracki, que fue su segunda realización fílmica en su carrera, mientras que el reparto incluyó actrices destacadas como Rachel Weisz como protagonista principal; la veteranísima inglesa Vanessa Redgrave, la también ya veterana italiana Monica Belluci, y otro experimentado, el californiano David Strathairn.
Uno piensa que el personal militar de ONU es para mantener la paz, pero la realidad aquí fue otra, donde se revela una trata desmedida de jóvenes del Este europeo, las que, como esclavas modernas, realizan labores de prostitución. El trato es tan salvaje, que este espectador solo deseaba la aparición de alguien que eliminara de alguna manera a todos los involucrados en estos sucios negocios.
Lo peor es que el problema se conozca, y los que deben velar por la disciplina y el decoro estén de alguna forma involucrados en estos manejos. Mucha oficialidad mirando para otro lado, no informando o haciendo aparecer que las cosas están en orden. Ah, pero cuando surge uno o una que se opone firmemente a esa corruptela, entonces aparecen los impedimentos. ¿Ud. quiere ser héroe y decir la verdad? Ah, no, Ud. es una persona problemática y aquí no puede seguir trabajando, así de sencillo.
El agente de policía de EE.UU., Kathryn Bolkovac, personaje real, encarnado por Rachel Weisz, es la quien no tolera todo el fango que ve, algo que notó Madeleine Rees (la Redgrave), una alta funcionaria, muy al tanto de los malos manejos, que no dudó en tomar a Kathryn por aliada. Es entonces que se desarrolla la trama principal del filme, del que no diré nada más para evitar más spoilers.
La película obtuvo premios en varios certámenes canadienses, además de festivales en Bruselas, el Palm Spring y el de Seattle, ambos del 2011. Modestamente me pregunto la razón para no haber sido evaluada en otros eventos, por ejemplo, Globos de Oro. ¿Es qué hay tantas películas de calidad compitiendo, que esta no pudo ser incluida?
Uno aprende o se entera con este filme y no poco, lo hace reflexionar hasta donde llega la corrupción y el maltrato de la mujer, sobre todo de jóvenes de familias pobres de países recién salidos de los mal llamados sistemas democráticos populares. Quien tiene, más que todo, hijas y nietas sufre al ver estas atrocidades aceptadas por entes que deberían estar en el infierno y no en organismos internacionales.
Escrito por Esteban Hernández, el 28 julio de 2021 con información consultada en IMDB.com