“El fracaso es el condimento que da sabor al éxito.”
Truman Capote
Hace más de cinco décadas que tuve la oportunidad de leer una obra muy profunda sobre un crimen y la ejecución de los culpables. Se trata de “A sangre fría” del escritor Truman Capote.
Sé que hay un filme, “Truman Capote (2005)”, sobre el escritor, cuyo papel interpreta el difunto Philip Seymour-Hoffman y que le valió un Oscar. Lamentablemente no he visto esa cinta, algo imperdonable, pero creo que el error se compensa al ver la película de referencia, “Infamous (2006)”, en España “Historia de un crimen”, del director Douglas McGrath, en la cual actúa un reparto impresionante de experimentados actrices y actores, entre ellos Sandra Bullock, Sigourney Weaver, Jeff Daniels, Isabella Rossellini, Peter Bogdanovich, todos en papeles de personajes reales del mundo de la literatura, y Gwyneth Paltrow en un papel breve como cantante. Sin embargo, los aplausos, a mi entender, se los llevan el diminuto actor inglés Toby Jones como intérprete del papel de Truman Capote, y otro inglés, Daniel Craig, uno de los James Bond 007, quien encarna al criminal objeto de la novela ya mencionada de Capote.
La primera noticia es saber que Truman Streckfus Persons, más conocido como Truman Capote, era un homosexual sin inhibiciones personales. Su inclinación sexual la exhibía con orgullo, algo ahora no raro, pero que en la década de los 60 era un verdadero tabú. Por otro lado, era un hombre que a todo le buscaba una solución, así fuera algo que le afectara directamente como homosexual. No era persona que se conformara con buscar información en revistas y diarios, era un buscador de datos de fuentes originales, lo que le permitía escribir con propiedad.
Capote le había pasado por su vista la noticia del asesinato de cuatro personas de una familia en su casa de Holcomb, en Kansas, algo que de inmediato le interesó. Sabía lo conservadora que son las familias en buena parte del Medioeste, los prejuicios existentes, al extremo de no querer profundizar en ese asesinato. La solución era no revolver el asunto, no fuera a ser que algún ilustre resultara culpable.
Por eso, Capote decidió investigar, para lo cual se valió de sus artificios, incluso mentir sobre la importancia de su persona y sus relaciones con actrices y actores de renombre en el cine. “Hay que ser zorro para conocer las trampas y león para espantar a los lobos”, dijo Nicolás Maquiavelo. Parece que Capote conocía como encarnar al zorro y al león.
Gracias a su trabajo, la policía dio con los criminales, y es ahí cuando conviene que vean la película. Increíble ver cómo Capote se mete en la piel de uno de ellos y como este termina adorando al escritor. Hay que ser muy sabio para hacer eso. Eran dos polos distintos, por la que la atracción estaba garantizada, ambos con una niñez de espanto.
El papel de Daniel Craig como el asesino Perry Smith fue sumamente destacado, mientras que Toby Jones estuvo fenomenal, por lo que la principal protagonista, Sandra Bullock, quedó algo opacada en su papel de la escritora norteamericana y amiga de Capote, Nelle Harper Lee, la autora de una obra maestra como “Matar a un ruiseñor (1960)”.
No diré más, solo aconsejarles, buscar la película y verla detenidamente. La vida de los seres humanos, incluso los más perversos, no es una simple suma de virtudes o deficiencias personales, todo tiene sus matices.
Escrito por Esteban Hernández, con información consultada en IMDB.com