«Visitar la Ciudad Encantada de Cuenca es un paseo de fantasía
que nos permite ver rocas transformadas y que asemejan a
muchos lugares y organismos conocidos.»
Que nadie piense que la Ciudad Encantada en una urbe como tal. No, es en realidad un conjunto de figuras rocosas creadas por la fuerza y antojo de la naturaleza, las que se asemejan a diversos objetos, hombres y animales. Su origen es de hace 90 millones de años, cuando este lugar era parte del fondo del mar de Thetis. Con la evolución de esa zona orogenéticamente, el mar se retiró y el substrato marino a partir de piedra caliza, emergió a la superficie. Agua, viento y hielo han influido en este proceso.
La distancia entre la ciudad de Cuenca y la Ciudad Encantada es de algo menos de 30 km, pero no es que se pueda correr, es peligroso, la ruta es una vía secundaria en la altura y con muchas curvas. No obstante, el hecho de ir lentamente le permite a uno admirar todo el paisaje en ese trayecto. Así que calcule algo más de media hora para llegar al lugar.
El recorrido de la Ciudad Encantada es a pie y demora una hora y media como promedio. Uno puede acortar o alargar según el interés de cada cual. Son treces figuras rocosas a observar, aparte del paisaje, por ser serranía, que a uno le atrae igualmente.
Iré al revés en el recorrido, de izquierda a derecha, tal y como lo hicimos en nuestra visita. Comencemos por el Tormo Alto. Tormo viene de la palabra latina Tumulus, por lo que se entiende que es una roca prominente.
Los Amantes de Teruel, figura rocosa que recuerda el amor de Juan Diego Martínez de Marcilla con Doña Isabel de Segura. Una historia de Romeo y Julieta a la española.
La siguiente figura asemeja a unos Osos
A continuación, viene la Tortuga
Luego el Convento, resto de una antigua galería subterránea de agua
La lucha entre el elefante y el cocodrilo, algo demasiado original
El Mar de Piedra, verdaderamente así mismo luce
El Tobogán,
La Foca, guarda similitud con este mamífero pinnípedo
Le siguen tres figuras, los Barcos, el Puente Romano y la Cara del Hombre
Para finalizar con el Perro
Visitar un lugar así es para no olvidar e igualmente para admitir que no hace falta ir a lugares asfaltados para poder disfrutar, ya que la naturaleza nos ofrece muchos encantos, que todo ser humano, siempre que pueda, debe tratar de conocer.
Escrito por Ricardo Labrada, 5 diciembre de 2021. Todas las fotos son propiedad del autor