“El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la
vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad.”
Juan Pablo II
Por Esteban Hernández
Este filme, dirigido y producido por Clint Eastwood, relata la vida de tres jóvenes, cuya niñez fue, por decirlo de alguna manera, algo indisciplinada e incomprendida en el ambiente escolar. La rebeldía de ellos era tal que, a menudo se veían en la oficina del director, el que les hacía una especie de amonestación y, en otras, llamaba a sus madres para informarle de la mala conducta.
Cuando no hay pedagogía, la incomprensión prevalece, cuya responsabilidad recae sobre el cuadro docente y también los padres. No se trataba de niños malsanos, al contrario, eran de buenos sentimientos y sufrían de todas esas cosas que abundan en las sociedades modernas, como la separación de los padres.
Un aspecto negativo que llama la atención en la peli es el juego con armas de los niños blancos, los que poseían todo un arsenal de guerra, juguetes, pero ¡qué juguetes! Cuando uno ve eso no le resulta difícil imaginar que surja gentecapaz de matar por matar en una sociedad, donde las armas están al alcance de todos. Basta con tener dinero y comprarlas. Los niños jugaban con armas y, por suerte, su inclinación fue, ya crecidos, la de integrarse en las fuerzas armadas, en este caso Alek y Spencer, los niños blancos. Anthony, el afro del trío, no pareció interesarle el asunto militar. Así y todo, se mantuvo una amistad muy sólida a lo largo de sus vidas, lo que los vuelve a unir en momento vacacional de ellos tres. Esos personajes son los reales de la historia que cuenta el filme.
Una gira por Europa es algo muy saludable para aquellos que desean conocer mundo y cultura. Por lo que en el filme se ven vistas de Roma, Venecia, Berlín y Ámsterdam. En esa gira no podía faltar París, por lo que lo más lógico y económico es tomar el tren que cubre la ruta desde Ámsterdam hasta París, el llamado Thalys, y es ahí donde los sorprende, a partir del tramo Bruselas a París, ya en territorio francés, un asaltante marroquí, el que venía con armas y deseos de exterminar gente del mundo occidental, todo un fanático. No diré más para que los interesados en ver la peli no sufran de spoilers.
La realidad es que la solidaridad humana siempre surge de forma espontánea y es la que hace que las personas se crezcan ante tamaña dificultad. Salvar vidas humanas debe ser el objetivo principal, el que se cumple cuando hay conciencia sobre el problema. No es que los seres humanos pretendamos hacer el papel de héroes, es el de hacer lo que el humanismo nos exige. Ese es el valor del filme, salvar 534 vidas a bordo de ese tren, lo cual es un acto lleno de bello de generosidad, máxime cuando las personas involucradas están poniendo sus vidas en grave peligro.
El actor Ray Corasani, quien no dice ni media palabra en la película, interpretó bien el papel del terrorista Ayoub El Khazzani. Su mirada de odio encajaba perfectamente en el perfil de un hombre capaz de exterminar a todo aquel que se le atravesase en su camino. Excelente la interpretación del ex-presidente de Francia, François Hollande, por el actor Patrick Braoudé. Realmente uno lo ve y piensa que era el mismo Hollande en persona. El guion del filme fue preparado por los tres protagonistas reales de conjunto con Jeffrey E. Stern, con montaje de Dorothy Blyskal.
El filme tiene partes light, sobre todo aquellas que transcurren en los lugares turísticos europeos, pero también muestra realidades de la vida de las familias en EE. UU. como de la realidad del terrorismo en el mundo actual.
Fuentes consultadas- https://www.imdb.com/title/tt6802308/reference y Wikipedia en línea.
27 octubre de 2022