“Cada cosa tiene su opuesto: si no hubiera luz
no reconoceríamos la oscuridad,
y quizá no podría haber amor si no existiera el odio”.
Hans Ruesch
Con mucho interés leí en mi juventud las obras de Hans Ruech, “El país de las sombras largas” y “El regreso al país de las sombras largas”. Eran tantas cosas nuevas sobre la vida de los esquimales, que enseñan que no todas las comunidades de los hombres se conducen igual. Recuerdo que en una visita a Kenya me recordaba de Ruesch, pues no eran los esquimales, sino los massáis, quienes tienen costumbres nada parecidas a los occidentales europeos y americanos. De hecho este escritor daba una enseñanza para aquellos que no hemos visitado lugares tan recónditos de este planeta.
¿Quién era Hans Ruesch? Hombre nacido en Nápoles, Italia el 17 de mayo de 1913, hijo de madre italo-suiza o ticinese y de padre germano-suizo, inscrito como ciudadano suizo, aficionado de siempre al automovilismo y que luego se dedicara a la escritura.

Hans Ruesch
Antes de brillar timón en mano, Ruesch era un apasionado de la arqueología, afición que lograba saciar trabajando en Pompeya, sitio vecino a la ciudad donde naciera. Luego viajó a África y entonces descubrió su pasión por la fórmula 1. Estudiaba en la Universidad de Zúrich que abandonó a los 19 años para dedicarse al automovilismo, corrió sobre autos Alfa Romeo y Maseratti, y logró alcanzar victorias en la arena internacional. Como corredor de autos, su carrera se vio interrumpida por la Segunda Guerra. En ese momento se trasladó a los EEUU, donde se inició como escritor. A tales efectos escribió para varias revistas norteamericanas y publicó su primer libro en 1950, “Top of the World” que en español llamamos “El país de las sombras largas” y que fuera traducido a 21 idiomas. El argumento de esta novela adaptado fue el que se llevó a la gran pantalla en el filme “Los dientes del diablo (1960)” (The savage innocents) del director Nicholas Ray, protagonizado por Anthony Quinn, Yôko Tani, Carlo Giustini y Peter O’Toole.

Afiche de «Los dientes del diablo (1960)»
En 1953 publicó su segundo libro “The racer” (El corredor), cuya trama fuera llevada al cine por el director Henry Hathaway, con el filme “Hombres temerarios (1955) (The racers) protagonizado por Kirk Douglas, Bella Darvi y Gilbert Roland. En ese mismo 1953 Ruesch volvió a la pista en Italia, carrera donde igualmente competía el famoso Juan Manuel Fangio.
Su siguiente obra fue una trilogía: “South of the Heart” (Al sur del corazón), la que se componía de: “A Novel of Modern Arabia” (Una novela de Arabia moderna) / “The Great Thirst” (La gran sed) / “The Arab” (El árabe), todo ello publicado en 1957. Sus siguientes obras fueron: “The Game (El juego 1961)”, “The Stealers (Los ladrones 1962)” y “Make a Fortune (Hacer una fortuna 1967)”, todo esto hasta llegar en 1974 a la secuela de “El país de las sombras largas”, que tituló “Back to the Top of the World (El regreso al país de las sombras largas 1974)”.

Afiche de «Hombres temerarios (1955)»
Ruesch fue un activista igualmente contrario al uso de animales para fines de investigaciones. Se oponía al uso de los mismos para vivisección. Su argumento, con apoyo de la opinión de muchos médicos, era que conejos, ratones, ratas y otros animales no son anatómicamente ni psicológicamente parecidos a los seres humanos. En 1974 creó un centro contra la vivisección animal llamado Centro de Información Científica de la Vivisección (CIVIC). A su vez escribió obras al respecto, como fueron “La Masacre de los Inocentes (1978)”, “La Emperatriz Desnuda” o “El gran Fraude Mediático (1982)” así como la publicación “El Informe de la Fundación Internacional Dedicado a la Abolición de la Vivisección”.
“La Masacre de los Inocentes” fue una obra promovida para proteger a los animales tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, la misma no era en nada del agrado de la potente industria química y farmacéutica existente en Basilea, Suiza.
Este brillante piloto automovilístico, escritor y activista a favor de la protección animal, murió de cáncer en Massagno, Suiza, el 27 de agosto del 2007.
Resumen de “El país de las sombras largas
Una novela que nos lleva a una vida con noches de cinco meses y tiempos medidos por el paso de las lunas. Aparecen los iglúes sobre el sustrato helado, donde la mujer se necesita y no abunda. Las relaciones íntimas se componen inicialmente del beso frotándose una nariz sobre la otra. El hombre blanco, el supuestamente civilizado, es el importador de objetos raros, entre ellos las armas, el monoteísmo, el combustible, toda una serie de hábitos y costumbres distintas a los esquimales.
Resumen de “El regreso al país de las sombras largas”
Papik es un esquimal de los inuits que se mueve entre las nieves y el hielo acompañado de su mujer, Vivi y sus perros. Procrean, pero siempre desean tener varón, la mujer no sabe cazar. El infanticidio es habitual en este caso, no son polígamos, pero su monogamia es social y no sexual. Los anfitriones gustan ofrecer a su mujer al visitante para el sexo. Para ellos el hombre blanco es criminal con sus matanzas indiscriminada de animales, sobre todo focas. El hombre blanco se cree superior, siempre busca la manera de imponer sus hábitos y costumbres, y caso necesario extermina a su adversario.
Bibliografía consultada
Anon. Biografía Ruesch Hans. Que de Libros. http://www.quedelibros.com/autor/952/Ruesch-Hans.html
Anon. Hans Ruech. Especismo cero. http://www.especismocero.org/biografias/125-hans-ruesch
Carrizo Couto Rodrigo. 2007. Hans Ruesch, escritor. El País, 14 setiembre http://elpais.com/diario/2007/09/14/agenda/1189720806_850215.html
Escrito por Ricardo Labrada (14 de febrero de 2016)
He podido leer Hielo negro de Becca Fitzpatrick. Y me ha gustado muchisimo…
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