¿Festejar o no las navidades?

Bendita sea la fecha que une a todo el
mundo en una conspiración de amor

Hamilton Wright Mabi (1846-1916, ensayista,
editor, crítico y profesor estadounidense)

Símbolo de navidad

Hoy en día se discute mucho acerca de las navidades, festividad ya tradicional en los países cristianos. Unos dicen que la navidad se inventó para intensificar el consumismo y, por ende, la compra de regalos, con el consiguiente beneficio para los comerciantes. Otros afirman que es fecha para recordar y festejar el nacimiento de Jesús Cristo.

Lo interesante de uno u otro bando es como los ateos, a veces supuestos no creyentes, caen en las mismas aseveraciones de algunas creencias no muy populares, que representan los extremos del cristianismo. Las dos líneas van de forma paralela y llega un momento que se unen, y no ven el hecho beneficioso de la festividad para la armonía familiar, la amistad dentro de la sociedad e incluso el fomento de esperanzas de mejor prosperidad.

En Roma había una festividad llamada Saturnalia, la que se celebraba precisamente el 25 de diciembre, la cual era una honra al Dios del Sol, Saturno en este caso. También entonces se le llamaba Dies Natalis Solis Invicti. El festival representaba también el solsticio de invierno. La navidad cristiana surgió casi 200 años después de la Saturnalia. Por su parte, los países nórdicos celebraban el 26 de diciembre, fecha del nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. Por lo que está claro que el 25 de diciembre ha tenido carácter milenario y no precisamente relacionado con la festividad promovida por las iglesias cristianas. Según los estudiosos del tema, la primera navidad festejada en honor a Jesús tuvo lugar en el 336 en Roma.

La palabra Navidad viene del latín, nativitas (nacimiento) y es una de las festividades importantes del cristianismo. Se trata de celebrar el día del nacimiento de Jesús Cristo, aunque nadie puede realmente afirmar que Jesús haya nacido ese día, ni siquiera la Biblia. Cada lengua le da su nombre, en español navidad, en francés noël (día del natalicio), en italiano natale, rozhdetsvo (рождество, natalicio) en ruso, weihnachten (noche de bendición) en alemán, mientras que en inglés es Christmas, por lo que todos hacen alusión directa a Cristo.

Ha habido prohibiciones de estas fiestas en el pasado. Por ejemplo, los protestantes llegaron a llamar a estas fiestas “Trampas de los papistas” y “Garras de la bestia”, todo ello debido a su relación con el Vaticano y al paganismo antiguo. Algo similar ocurrió en Inglaterra cuando fue derribado el rey Carlos I, pero el pueblo se rebeló en contra de la prohibición.

Otras prohibiciones tuvieron lugar en la época colonial de EE.UU.,  en Nueva Inglaterra, pero no así en los territorios de Nueva York y el Sur del país. Una vez EE.UU. se independizó, la navidad fue algo perseguida, por entenderse como festividad de los colonialistas, pero la fiebre pasó y todo siguió su curso normal. No obstante, en 1990 en Solon, Ohio, la junta escolar decidió eliminar todos los símbolos de la navidad en las escuelas, al entenderse que eso violaba la laicidad del pueblo. Nuevamente la población se opuso a la medida, afirmaron con razón que la navidad era una antigua tradición en muchas partes del mundo. Lo más que logró la junta fue eliminar las oraciones asociadas a la festividad.

Opuestos en la actualidad a las navidades son algunas iglesias bautistas y otras como los Testigos de Jehová, al considerar que estas festividades tienen orígenes paganos y no están prescritas en la Biblia. A esos grupos se unieron en el pasado los gobiernos de la mayoría de los llamados países socialistas, a excepción de Hungría y Polonia, los que desde posiciones ateas, no consideraban necesario celebrar estas fechas. Lo interesante es, que como en el resto del mundo, los pueblos de esas naciones sí hacían sus cenas en casa y festejaban la navidad sin que nadie pudiera impedírselo. Incluso los de creencias ortodoxas, celebraban las habituales del catolicismo y hacían otro tanto con las propias. Para explicarlo mejor, las Iglesias orientales u ortodoxas no aceptaron el calendario Gregoriano, y en su lugar continuaron el Juliano, por lo que la navidad cae el 7 de enero y no el 25 de diciembre.  Los pueblos de esos países celebraban, aún con prohibición, las dos fechas.

Para nadie es un secreto que este mundo está lleno de problemas, gobiernos incapaces de resolver la vivienda y la alimentación de sus pueblos, gobiernos corruptos con mandatarios que llaman a la austeridad, mientras ellos roban y saquean las arcas públicas. Llegado a este punto ¿Qué daño le hace la navidad a las familias? ¿No es acaso un momento de felicidad y armonía dentro de tantas desgracias? Es cierto que muchas personas gastan en compras, lo que otras no pueden, pero eso no eso no se va a resolver prohibiendo la navidad. Las diferencias dentro de todas las sociedades existen y eso tendrá otras soluciones que nada tiene que ver con los extremismos. La prohibición solo alimenta el desencanto y la desilusión.

En la mayoría de los países ya no existen prohibiciones en cuanto a estas fechas, la navidad es un festejo de convivencia social, celebrada por creyentes y no creyentes al cristianismo, por lo tanto preservarlas es importante, es como darle un momento de felicidad y de esperanza a todos aquellos que desean festejarla.

 

Escrito por Ricardo Labrada, 15 diciembre de 2018, con información consultada en las wiki.

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