“La segregación racial debe verse como lo que es,
un sistema diabólico y una nueva forma de esclavitud
encubierta con algunas sutilezas complejas.”
Martin Luther King
En este mundo nadie sabe mejor que es la segregación racial, que aquellos que la sufren o la sufrieron. Saber que uno es rechazado por el color de la piel y que se vea sometido a la pobreza o a los peores empleos, es algo que golpea mentalmente a las personas oprimidas hasta el día de su muerte.
Este filme dirigido y protagonizado por Denzel Washington con trama de August Wilson nos muestra un poco de la vida de los pobres negros en una barriada de EE.UU. El título en inglés significa Cercas o Vallas, cualquiera puede pensar que se llama así por una valla de madera en construcción en la casa, donde se desarrolla el filme, pero en realidad se trata de una metáfora muy bien utilizada. En un ambiente de pobreza, como el que viven o vivieron miles de familias afro-estadounidenses, muchos terminan en la cárcel acusados de robos, los que cometen realmente para comer, otros sirven de instrumentos de venta y distribución en el narcotráfico, servicio que realizan por unos centavos, cuya tajada gorda es para la mafia, la que a su vez financia las campañas electorales de varios alcaldes, representantes y senadores. Las oportunidades laborales se limitan al deporte, muy segregado hasta finales de la década de los 40; a la música, algo que les nace y lo realizan muy bien, o a los trabajos más duros y sucios que se puedan tener, como es el de basurero por unos centavos nuevamente.
Esta realidad se muestra en la cinta fehacientemente. Sin embargo, la trama trata de entrar en el pensamiento de los afectados, su comportamiento con los suyos, sus virtudes y sus defectos, en definitiva, un argumento que hace reflexionar que el daño de la segregación no es sólo económico, es también psíquico. No deja de faltar en esos núcleos familiares afro-estadounidenses la violencia de género en mayor o menor grado, la discriminación a la mujer y los vicios de siempre, sobre todo el alcoholismo.
Personalmente no creo que a algunos guste ver una película así, sobre todos aquellos que siempre concluyen que a ellos eso no les tocó ni les toca, pero quienes deseen conocer realidades y adentrarse un poco dentro de ellas, no les defraudará.
Todos conocemos la calidad histriónica de Denzel Washington, demostrada una vez más en esta película. No obstante, no es osado decir que los aplausos los merece Viola Davis con su interpretación de madre y esposa abnegada. El joven actor afro-inglés Jovan Adepo se desenvolvió muy bien en su papel, pero Russell Hornsby estuvo a una altura superior en las escenas en que participó. Otro tanto se puede decir de Mykelti Williamson en el papel de hombre enajenado producto de la pobreza o miseria, a la que siempre se vio sometido.
Escrito por Esteban Hernández, 7 abril de 2020, con información consultada en IMDB.com