«Aquel que tenga salud tiene esperanza; y
aquel con esperanza lo tiene todo.»
Viejo proverbio árabe
Lamentable, pero cierto, ahora nos invade una nueva cepa del coronavirus, producto de múltiples mutaciones, le llaman Omicron o cepa B.1.1.529, surgida presumiblemente en Sudáfrica y Botsuana, aunque a estas alturas, ya se le ha detectado en Israel, Australia, Bélgica, Alemania, Italia, Países Bajos y Reino Unido, mientras Portugal y la República Checa investigan posibles nuevos casos.
La persona contagiada en Bélgica es una mujer no vacunada, que venía de Egipto y Turquía, el resto viene de Sudáfrica. La situación creada ya ha provocado el cierre de las fronteras de Israel, mientras que el resto de los países prohiben la llegada de vuelos del África Meridional.
A manera de recordatorio, la prevención de la entrada y propagación de organismos exóticos es solamente posible a través de fuertes acciones restrictivas bien apoyadas sobre la base de los datos y la evidencia científica (Labrada 2020). No hay porque creer que exista un fuerte sistema de prevención cuando las cepas vuelan de un lado a otro sin control.
Es cierto que nadie es adivino, pero no es difícil imaginar que esas nuevas cepas van a seguir surgiendo en países subdesarrollados, donde los niveles de vacunación son bajos y el resto de las medidas de distanciamiento y uso de la mascarilla no se siguen o se realizan adecuadamente.
Controlar al virus en los territorios de los países opulentos y olvidar que existe otro mundo, al cual van mucha gente por bañarse en bellas playas o intervenir en algún safari, donde el virus se propaga ampliamente, es sencillamente un grave error y que el mundo lo seguirá pagando.
Muchos países subdesarrollados, entre ellas bellas islas, se ven afectados económicamente por el covid-19, razón por la que no prestan mucha atención a este problema. Varios dejan entrar a personas no vacunadas o sin ningún PCR negativo. Necesitan dinero con urgencia y solo el turismo los puede salvar. En sus territorios los contagios se multiplican a diario y paralelamente las mutaciones. Al final las nuevas cepas se propagan y llegan a países que ya exhiben hasta 80% o más de vacunación contra el covid-19. Es cierto que los vacunados no siempre son afectados por el virus o no muestran síntomas, pero sí se convierten en vectores ambulantes del patógeno.
Ahora se habla de Sudáfrica y Botsuana, ya se ha mencionado a Namibia, y ¿quién puede afirmar la no existencia de esta cepa en los países del Sahel o en otros de África septentrional y subsahariana? Solo aquellos que no conocen el mal llamado Tercer Mundo, pues ahora es el Segundo, ignoran que los servicios sanitarios son deficientes en personal médico, clínicas, hospitales, medicamentos y demás servicios. Ni qué hablar de cuarentena, no hay inspectores o los pocos que hay no dan abasto, aparte que tampoco poseen los medios para realizar bien sus funciones.
No es que América Latina y Asia estén mejor, probablemente con algo más de recursos, pero tampoco nos hagamos idea que los servicios funcionan con los debidos requerimientos. Las estadísticas de contagiados y fallecidos por covid-19 no hay porque creerlas. Mucha población en zonas rurales se afecta por covid-19, malaria u otras enfermedades, y el recuento no puede ser el mejor cuando falta personal para este propósito.
El covid-19 va ascendiendo y su importancia ya sobrepasa a la lepra, enfermedad provocada por el bacilo Mycobacterium leprae, que se transmite por microgotas de la nariz y boca de personas contagiadas. Aunque no lo crean, anualmente hay 200 mil casos de lepra a nivel mundial, muchos de estos casos ocurren en África, India y Brasil, con la diferencia que la lepra es menos contagiosa que el covid-19 (Navas 2021).
La tarea de la OMS es grande y difícil, sola no podrá hacer mucho. Se necesitan más fondos y medios para poder abarcar las áreas de este mundo y así poder reducir el virus a niveles insignificantes a mediano plazo. Los servicios sanitarios de los países altamente desarrollados deben crear una especie de ejército tipo cruz roja para poder combatir el covid-19 en los países subdesarrollados. La enfermedad afecta la salud, la economía y el bienestar en general a nivel mundial.
El otro fenómeno es el negacionismo, unos que niegan el daño del virus, ¿no sé cuáles evidencias necesitan para admitirlo? No faltan los que niegan la utilidad de las vacunas, incluso llegan, sin tener datos al efecto, a afirmar que hay millones de muertos producto de la vacunación. Hay que ser el más obtuso de los ignorantes, para hacer tales afirmaciones. Esto no es fantasía, lo he visto en Facebook, persona que es especialista de nada, supongo, que muy dada a publicar falacias. Hay otros mediocres del arte que la prensa les hace el jueguito de publicar cuanta tontería dicen.
Creo que ya ha llegado la hora de aplicar medidas legales que protejan a la población del covid-19 y de la muerte. Salvar vidas está por encima del poder de cualquier órgano llamado supremo, por lo que los gobiernos deben decidir los pasos a adoptar. El que no se quiera vacunar, es su derecho, pero te quedas en casa o sales a lo indispensable. Ya ha habido bastantes casos de muertos no vacunados, los que antes de fallecer debido al covid, han aconsejado a sus familiares vacunarse.
En conclusiones, más cuarentena interna y externa, que incluya medidas para prevenir la sucesiva propagación del virus, más recursos para combatir el covid en el mundo pobre, y una prensa menos dada a publicar ideas negacionistas y sí muchas más en pro de la vacunación y la prevención.
Fuentes consultadas
Anon. 2021. El mapa de la variante Omicron en Europa: estos son los países con casos confirmados. 20minutos.es, 27 noviembre. https://www.20minutos.es/noticia/4907654/0/mapa-variante-omicron-coronavirus-europa-casos-confirmados-sospechosos/?autoref=true
Labrada R. 2020. Improved Quarantine System is required in Modern Societies. EC Agriculture 6 (6): 17-20.
Navas María Elena. 2021. En qué países sigue habiendo lepra (y por qué no se ha logrado erradicar). BBC news, 31 enero. https://www.bbc.com/mundo/noticias-55858828
Escrito por Ricardo Labrada, 28 noviembre de 2021