«Vamos (los peloteros negros) por la vida caminando
sobre la cuerda floja para evitar demasiadas desilusiones.«
Jackie Robinson
Hay peloteros cubanos que se conocen poco o no se conocen. Ese es el caso de Osmaro Blanco, un muchacho de pequeña estatura, menos de 175 cm, el que se desenvolvía en el campo corto en las filas juveniles. Sus dos nombres son José Osmaro, supongo habanero, nacido en 1926, el que jugó en 1943 y 1944 para el Deportivo Tacón en la justa juvenil de la Dirección General Nacional de Deportes (DGND).
Algo le debe haber visto Joe Cambria al contratarlo en 1944, casi un par de semanas después de iniciado el campeonato juvenil. Salió del Tacón y se montó en avión rumbo a Williamsport para jugar en la Liga Oriental (clase A), equipo en el que jugó en 15 partidos con ofensiva débil, promedio de ,175, tres empujadas y ningún XBH. Defensivamente sólo cometió un error y su promedio fue de ,971.
Osmaro continuó jugando en las ligas profesionales de EE. UU. hasta 1952. En 1946 jugó con los Flamingos de Miami Beach y con los Havana Cubans en la Liga Internacional de la Florida, cuyas estadísticas no están disponibles. Luego jugó para las Abejas de Bridgeport en la Liga Colonial, donde logró promedio ofensivo de ,278 en la temporada de 1948. Pasó a jugar hasta el final de su carrera en la Liga Sooner State (clase D) sin logros al efecto, ni siquiera jugó en la liga profesional cubana, pero sí tiene en su aval el de haber saltado de los juveniles a la profesional sin pasar por las filas amateur.
Por el contrario, se ha afirmado que el estelar lanzador zurdo de Puentes Grandes, la Habana, Lino Donoso había hecho un salto similar, lo que no es cierto. Donoso lanzaba en los juveniles en 1944 para el conjunto Estrellas León. El habanero vino encendido, lanzó 2 juegos de 0 hits 0 carreras, en uno de ellos propinó 21 chocolates. Archivó 3 victorias y su única derrota fue con anotación de 2-1 contra el Rufino. Así y todo, los rufineses saborearon 19 ponches en 10 entradas que duró ese desafío el jueves 27 de abril de 1944.
Donoso les dio el adiós a los juveniles una semana después y se fue a jugar con el Sancti Spíritus de la Liga Amateur Inter provincial, donde nuevamente lanzó como todo un coloso, aunque su equipo en 3 ocasiones le falló defensivamente, uno de ellos fue con el Cromo B.B.C. de Camagüey, derrota costosa de 3-0, la que les quitó la posibilidad de discutir el campeonato con el Vertientes, a la postre campeón de esa lid.
Lino fue campeón en juegos ganados (8) y su promedio de victorias y derrotas fue de ,667 en la interprovincial amateur de 1944. No poseo datos de su carrera en 1945 por ahora. Debe haber jugado amateur o semipro hasta debutar en la profesional cubana en 1946 con el Marianao. Fuera de Cuba debutó con los New York Cubans, campeones de la Liga Nacional Negro II y también vencedores en la Serie Mundial de ese circuito, temporada en la que ganó 5 y perdió 3.
Por ser pelotero negro, Donoso debutó en las Mayores en 1955 cuando ya tenía 33 años. Se puede decir que sus mejores años estuvieron algo desperdiciados. El ilustre comentarista deportivo Pedro Galiana consideraba a Donoso al mismo nivel que Agapito Mayor, Daniel Parra y Adrián Zabala entre los lanzadores zurdos cubanos. Galiana abiertamente escribía en el periódico Crisol sobre las facultades de Donoso y consideraba una injusticia el que no pudiera lanzar en la Liga Nacional Amateur.
Pero como se dice en français, c´est la vie, Monsieur. A Blanco por ser blanco le tocó la buena, y a Donoso, por ser negro, tuvo que pulirla para poder lograr éxitos en Cuba y en otros circuitos profesionales. Lino, de hecho, fue una estrella, sobre todo con los Rojos del Águila de Veracruz en la Liga Mexicana, con el que ganó 39 juegos incluido 9 lechadas en 4 temporadas.
5 marzo de 2023