“La vida pública de los estados con libertad restringida es justamente por eso tan indigente, tan pobre, tan esquemática, tan infecunda, porque a través de la exclusión de la democracia se cortan las fuentes vitales de toda la riqueza espiritual y del progreso”
Rosa Luxemburgo
Una persona que se ha mantenido durante mucho tiempo en la oscuridad ha sido Rosa Luxemburgo. Podemos no estar de acuerdo del todo con sus ideas. Sin embargo, fue una persona de coraje para combatir la antidemocracia en varios frentes. La figura de Rosa Luxemburgo o Róża Luksemburg en polaco es de una persona que a pesar de ser una socialista radical, supo apreciar las ventajas que ofrecía la democracia para precisamente lograr los objetivos que se proponían los socialistas. Es por eso que se quiere ilustrar un poco sobre su vida. Sus ideas eran normales y racionales más que originales, y partían de una visión larga de las consecuencias de lo que podría suceder cuando se impusiera una dictadura y un sistema monopartidista. Fue ella la que previó la desgracia de los sistemas monopartidistas y no se equivocó en su pronóstico.
Rosa Luxemburo fue una dirigente socialista nacida en Zamosc, Polonia, entonces Imperio ruso, el 5 de marzo de 1871. Rosa, además de polaca, era de origen judío, su padre era comerciante de maderas y su madre, Lowenstein de apellido, era ama de casa.
Desde joven sintió aversión por el dominio injusto del zarismo en Polonia, aparte de tener ideas muy contrarias a las que prevalecían en otros círculos más favorecidos de la sociedad. Terminó la escuela secundaria y acto seguido tuvo que emigrar a Suiza para evitar ser detenida por las fuerzas represivas del zarismo.
Poco a poco fue entrando en el mundo de la socialdemocracia de aquel entonces y a su vez estudiaba filosofía, historia, política, economía y matemáticas en la Universidad de Zurich. En 1893 integró el partido socialdemócrata alemán, el que había sido permitido a partir de 1890, y fundó el periódico Sprawa Robotnicza (La causa de los trabajadores), el cual atacaba las posiciones nacionalistas polacas e igualmente reclamaba la independencia de Polonia. Poco después apareció el primer partido socialdemócrata en su país, del cual nunca se desvinculó a pesar de residir en Alemania, donde se había casado y vivía en Berlín.

Rosa Luxemburgo
Rosa impartía clases de economía y filosofía en el centro del partido socialdemócrata alemán. Siempre fue opositora de la guerra y del armamentismo alemán. En 1916 formó parte de la dirección de la Liga Espartaquista, donde junto con Karl Liebnecht y Clara Zetkin, escribían en contra de la guerra y enviaban otros mensajes de carácter socialista. Guardó prisión en más de una ocasión y el final de su carrera fue su asesinato el 15 de enero de 1919, junto con Karl Liebknecht, debido a un culatazo recibido, que le destrozó todo su cráneo. Era realmente una política muy incómoda para el gobierno alemán acabado de salir de la I Guerra Mundial.
Muy poco se habla de la figura de Rosa Luxemburg. De hecho ella se enfrentó a las ideas monopartidistas de Vladimir Ilich Lenin, quien siempre dijo que Rosa se había equivocado, cuando la vida ha demostrado que quien se equivocó fue él y todos los que le siguieron ciegamente. Luego, Rosa asesinada, sus ideas se convirtieron en un calvario para Stalin, dictador, quien estableció un régimen de terror sólo comparable al establecido por Hitler y Mussolini en los territorios ocupados. Los tentáculos de Stalin llegaron hasta el partido comunista alemán, donde Ernst Thälman tenía la difícil tarea de criticar o de esconder todo el legado de ideas de Rosa. Thälman fue un instrumento en manos del dictador soviético, mucho trabajo le costó un día justificar el pacto imperialista Molotov-Ribbentrop. La democracia propugnada por Rosa Luxemburgo no podía ser bien acogida por personas que nunca fueron electas por el voto directo de su pueblo. Stalin la denominó trotskista póstumamente, una verdadera falacia.
Aquí se exponen algunos de sus planteamientos para que se vea que ella entendía como socialismo, cómo debían evolucionar las cosas, su firme oposición a la carencia de democracia impuesta por Lenin y en el resto de los países que más tarde adoptaron el socialismo como sistema, su firme oposición al monopartidismo, siempre muy consciente del papel de las masas en la sociedad, sean a favor o en contra del nuevo sistema. Se puede hoy ser contrario a la idea del socialismo, pero lo que no se puede negar es que Rosa tenía muy claro muchas cosas, que décadas después fueron entendidas y aprobadas por la mayoría de los partidos comunistas de Europa occidental, los que se opusieron a la idea de la denominada dictadura del proletario, algo que de hecho ha existido en palabras pero no en la realidad en las llamadas democracias socialistas otrora existentes. Veamos:
«La democracia socialista comienza, al mismo tiempo, con el desmantelamiento del dominio de clase y con la construcción del Socialismo. Comienza en el momento de la conquista del poder por el partido socialista. No es otra cosa que la dictadura del proletariado. Sí: ¡dictadura! Pero esta dictadura consiste en la ampliación de la democracia, no en su supresión; a través de intervenciones decididas y enérgicas de los tan bien adquiridos derechos y condiciones económicas de la sociedad burguesa, que son imprescindibles para un cambio al Socialismo. Pero esta dictadura tiene que ser obra de la clase, y no la de una pequeña minoría dirigente en nombre de la clase, es decir, tiene que surgir a cada paso de la participación activa de las masas, estar bajo su influencia inmediata y subordinada al control de todo lo público; surgir de la formación política creciente de las masas populares».
«El sistema de la sociedad socialista sólo debe y puede ser un producto histórico, nacido de la propia escuela de las experiencias, a la hora de su cumplimiento, del será de la historia viviente, que, al igual que la naturaleza orgánica −de la cual es parte finalmente− tiene la buena costumbre de producir, junto a una necesidad real de la sociedad y los medios de su satisfacción, con la tarea, al mismo tiempo de su respuesta».
«Pero si esto es así, entonces está claro que el socialismo, según su naturaleza, no se deja otorgar, imponer por Ukas (Decreto en ruso). Tiene como condición una serie de medidas por la fuerza – contra la propiedad privada, etc. Lo negativo, la reducción, se puede decretar; la construcción, lo positivo, no. Tierra nueva. Miles de problemas. Sólo la experiencia es capaz de corregir y abrir nuevos caminos. Solamente la vida desenfrenada, desbordante cae en miles de nuevas formas, improvisaciones, recibe fuerza creadora, se corrige ella misma todas sus equivocaciones. La vida pública de los estados con libertad restringida es justamente por eso tan indigente, tan pobre, tan esquemática, tan infecunda, porque a través de la exclusión de la democracia se cortan las fuentes vitales de toda la riqueza espiritual y del progreso».
«Un control público incondicional es necesario. Si no, el intercambio de experiencias se queda solamente en el circuito cerrado de los funcionarios del nuevo gobierno. La corrupción se vuelve inevitable… La práctica del socialismo requiere una revolución intelectual entera de las masas degradadas durante centenares de años por el poder clasista burgués. Instintos sociales en lugar de egoístas; iniciativas de masas en lugar de inercia; idealismo que sobrelleva todo el sufrimiento, etc., etc.… El único camino hacia ese nuevo nacer: la escuela de la vida pública misma, democracia ilimitada y amplia, opinión pública. Justamente los regímenes de terror desmoralizan».
«¿Qué queda, si dejamos todo esto de lado? …Sin elecciones generales, libertad de prensa y libertad de reunión incondicionada, libre lucha de opiniones, se extingue la vida en toda institución pública, se convierte en una vida de apariencias, en la que sólo la burocracia permanece como elemento en funcionamiento. La vida pública se dormita de a poco, quedan algunos líderes incansables del partido , entre los cuales en el fondo manda una docena de cabezas destacadas, y reúnen cada tanto a una élite de trabajadores para aplaudir los discursos de los líderes, aprobar unánimemente resoluciones hechas desde arriba; en el fondo se trata de un poder nepotista –una dictadura, sin embargo, que no es la dictadura del proletariado, sino la dictadura de un puñado de políticos, es decir, dictadura en el sentido burgués de la palabra, en el sentido del poder jacobino… Y aún más, estos regímenes necesariamente producen un embrutecimiento de la vida pública: atentados, asesinatos de rehenes etc. Es una ley objetiva, omnipotente, de la cual no se puede deshacer ningún partido».
En las revoluciones burguesas, el derrame de sangre, el terror, el asesinato por motivos políticos fueron las armas entrañables en manos de las clases ascendentes. La revolución proletaria no necesita del terror para cumplir sus objetivos, odia y detesta los asesinatos. No necesita de estos métodos de lucha, porque no combate a individuos, sino a instituciones, porque no pisa la arena con ilusiones ingenuas, cuya desilusión tendría que vengar sangrientamente. No es un intento desesperado de una minoría de moldear por la fuerza al mundo según sus ideales, sino que la acción de una gran masa popular…”
Bibliografía consultada
Anon. Rosa Luxemburgo critica a la Revolución Rusa. Espacio Rosa Luxemburgo- Biblioteca digital. http://rosa-luxemburgo.blogspot.com.es/2009/04/rosa-luxemburgo-critica-la-revolucion.html
Cliff Tony. Biografía de Rosa Luxemburgo. Marxists.org. https://www.marxists.org/espanol/cliff/luxemburg/rosacap1.html
Luxemburgo Rosa. Crítica al bolchevismo. http://web.archive.org/web/20101125045645/http://www.esnips.com/doc/30d96dde-4a1b-499c-ae2a-e805c4a87fba/Rosa-Luxemburgo—Cr%C3%ADtica-al-bolchevismo
Schütrumpf Jörn ¿Quién le teme a Rosa Luxemburg? Fundación Rosa Luxemburg. http://www.rosalux.org.ec/es/rosa-luxemburg/obras/215-rosa-luxemburg-o-la-libertad-de-los-y-las-que-piensan-distinto.html
Escrito por Esteban Hernández (9 de febrero de 2016)