“La razón para que no haya jardineros con fuertes brazos
puede deberse a que los peloteros ya no entrenan como nosotros
lo hacíamos en el pasado. Muchos equipos actualmente no tienen
prácticas de jardineros.”
Al Kaline (1934-2020, excelente jardinero de los Tigres de Detroit)
Observaba los tiros a home del matancero Eduardo Blanco en el recién finalizado play off de la 60 Serie Nacional cubana y comencé a recordar algunos de los brazos privilegiados que ha tenido Cuba históricamente en los jardines. Son recuerdos propios, así que, si involuntariamente ni menciono a algún nombre, es posible que no le haya visto jugar, con un comentario útil se resuelve la omisión.
Es de suponer que antes de la década de los 50 haya habido jardineros cubanos con brazos potentes. Por ejemplo, Alejandro Oms, probablemente el mejor jardinero central cubano de todos los tiempos. Alejandro Crespo está en esa lista, de quien ya se habló anteriormente en este blog (Romero b 2015).
El primero a mencionar es al Cometa cubano, el gran Orestes Miñoso, quien poseía un rifle por brazo. Miñoso en sus primeros años jugó la antesala y los más viejos me decían que el hombre a veces tiraba a primera sin mucha puntería y la bola podía ir a parar al banco (Romero a 2015). La realidad es que el matancero jugó tercera siempre, 120 juegos, con los New York Cubans de la Liga Nacional Negro, mientras que con el Marianao de la Liga Profesional cubana jugó desde 1945 hasta 1949 esa posición. En el béisbol de la MLB, Miñoso jugó 111 juegos como antesalista de los Padres de San Diego en 1950, que en épocas pasadas competían la Liga de la Costa del Pacífico (AAA). Al pasar a los Medias Blancas en 1951 jugó la antesala en 68 partidos, o sea menos de los 82 jugado en los jardines. A Miñoso no se le podía correr, su brazo era potente y, supongo, con mucha más puntería que cuando jugaba la antesala. La ponía con facilidad de aire en home. Los Medias Blancas como el Marianao casi siempre lo utilizaron como jardinero izquierdo. Con ese potente brazo podría haber jugado el derecho, posición que solo defendió en 107 juegos en las Mayores.
En aquella época había jardineros con brazos de fuerza, aunque no en grado superlativo como el de Miñoso. Varias veces vi tirar fuerte y con precisión a hombres como Ultus Álvarez y Juan Delís. No obstante, había uno que tenía algo más de fuerza que los mencionados, se trata de Ángel Scull Sáez, pelotero oriundo del Central Mercedes, Calimete, Matanzas, quien escasamente medía 170 cm. Así y todo, tenía un potente brazo y con puntería, a Scull, defensor del jardín central en el Almendares, y con los Cubans y los Reales de Montreal en la Liga Internacional (AAA), no se le podía correr.
En lo que respecta a la Unión Atlética Amateur había jardineros muy eficientes, pero de todos ellos de los que más referencias de potencia en su brazo poseo es de Antonio “Pancho Villa” de Armas, el que como Miñoso, se inició como antesalista y luego pasó a patrullar los jardines, además del jardinero central Enrique Cruz. Tanto De Armas como Cruz jugaban con el Teléfonos. Reinaldo Cordeiro, director del Vedado Tennis Club en 1943, decía a Eladio Secades en entrevista de agosto de ese año, que el jardinero de brazo más potente en esa época en la Unión Atlética Amateur era Enrique Rousseau. No es de dudar que Rogelio Reyes del Deportivo Santiago de las Vegas, José Mir del Círculo de Artesanos, el inhabilitado en 1958 Cándido Costoya del Fortuna, Fausto Méndez del Teléfonos, Eddy Marcos del Cubaneleco y Rigoberto Bringas del Vedado Tennis Club hayan poseído brazos de respeto. En otras lides amateurs del pasado estaba el santiaguero Ezequiel Ferrer, quien jugaba en la Liga Popular y poseía otro brazo privilegiado. Ferrer llegó a jugar en Series Nacionales, pero ya viejo, por lo que se desenvolvía en la inicial. Jugó en las 4 primeras series nacionales, siempre con Orientales, excepto en la segunda cuando lo hizo con Azucareros.
Llegaron las Series Nacionales, muchos buenos jardineros debutaron en la misma I Serie, todos ellos con brazos decentes, como fueron Antonio “Ñico” Jiménez, Rafael “Cachirulo” Díaz, Ramón Quijano (podía fungir como receptor), Ángel “Jabao” Suárez y Abilio Amargo entre otros. En las Series siguientes debutaron otros peloteros igualmente eficientes y brazos de potencia, entre ellos Elpidio Mancebo, Felipe Sarduy, los que con el tiempo fueron pasados a jugar la inicial, luego Fermín Laffita, y también Agustín Marquetti, del que uno de sus tíos por línea materna me decía que su sobrino había sido un lanzador de velocidad en sus inicios como pelotero, algo que pude corroborar en juegos del MININT en la serie provincial de la Habana, cuando Marquettí en más de una oportunidad salió de relevista y lanzaba verdaderos misiles a home. También se le pudo ver tirando con fuerza desde el jardín derecho, brazo siempre le sobró.
No obstante, la figura estrella debutante en la VI Serie Nacional (1966-67) fue Armando Capiró Lafferté, oriundo de Santiago de las Vegas, hombre dotado de un señor rifle por brazo. Capiró lanzaba y era capaz de jugar el campo corto, pero los entrenadores decidieron que lo mejor era dedicarlo a jugar los jardines, primero por su brazo y así estaría más cómodo para batear a sus anchas. Los tiros de Capiró fueron de película, era todo un show verlo tirar a la goma o a las bases. Era brazo de potencia y precisión.
Un año después, en la VII Serie Nacional, debutó con el equipo Vegueros otro con un rifle tan efectivo como el de Capiró, para algunos más potente que el del habanero, y con igual precisión. Se trata de Tomás Valido Miranda, oriundo de Bahía Honda. Este pelotero, al igual que Capiró, se desenvolvía como lanzador y jardinero en esa serie de su debut. Había oído hablar de su potencia, pero como la TV trasmitía los juegos de los líderes, había que esperar que ese conjunto sotanero en sus primeras series nacionales, jugara con el de más arriba. Llegó ese momento y pude ver que Valido era ciertamente lo que se decía de él. Realizó un tiro a la goma desde el jardín central. que fue un verdadero strike. La evidencia estaba ahí y ese disparo a home fue sencillamente excepcional e inolvidable.
A mediados de la década de los 70 debutó otro pelotero con capacidad para jugar varias posiciones, entre ellas la de receptor, que no es otro que el Señor Pelotero, Luis Giraldo Casanova, igualmente de Bahía Honda, jugador dotado de un buen brazo, el que fue llevado a los jardines, donde se desenvolvía eficazmente, sea en el jardín central como en el derecho. Casanova tenía una característica y era la rapidez con que se deshacía de la pelota una vez llegaba a su guante. Recuerdo un juego en que el equipo rival tenía hombre en segunda y se produjo un fly no muy elevado al derecho, al que Casanova le llegó fácil, el hombre en segunda se apartó algo de la base, pecado, el tiro fue potente y de inmediato, es de suponer que sorprendió al mismo corredor, el cual fue puesto out. Casanova realizaba tiros desde el jardín derecho a la antesala con mucha precisión.
En la XXIV serie (1984-85) debutaba otro pelotero con brazo impresionante, Eddy Rojas (Romero 2017), oriundo de Encrucijada, pelotero que había integrado el equipo Cuba juvenil en 1985 y que se estrenó con el conjunto de Villa Clara como defensor de la segunda base, lo cual era no aprovechar su potente brazo. Por suerte, su desenvolvimiento en esa posición no fue la mejor y finalmente fue pasado a defender el jardín derecho de forma permanente desde la XXVII serie (1987-88). Los tiros de Rojas eran de película, no sabría decir si él tenía más potencia que Capiró o Valido, pero en buen cubano, diríamos ahí, ahí.
Otros defensores de los jardines con fuertes brazos fueron Lázaro Junco, Lázaro Contreras y Pablo Hernández, los tres jugadores de equipos matanceros. Víctor Mesa era un excelente defensor del jardín central con brazo muy aceptable, pero sin llegar a la potencia de los Capiró, Valido, Eddy Rojas y Luis Giraldo Casanova.
Sería injusto no mencionar a otro con mucha fuerza en sus tiros cuando jugaba los jardines. Se trata de Lázaro Valle, otro supersónico de Encrucijada, el que se inició en la pelota de Series Nacionales como segundo receptor de los Metropolitanos en la XXIII serie (1983-84). En la siguiente serie, con el mismo equipo, pasó a jugar los jardines y fue cuando le conocí defendiendo el jardín derecho. En juego televisado Valle hizo par de tiros a la goma de espanto, ¡que fuerza en ese brazo! Por el contrario, de otros brazos potentes, Valle fue convertido en lanzador a partir de la XXV serie (1985-86) y el resto ya es historia.
La Isla tenía un torpedero con un brazo capaz de tirar desde el jardín central y meter la bola en las gradas detrás del home, se trata del oriental Juan Carlos Calvo, el que jugó también los jardines y hasta lanzó en series nacionales (Romero 2018). Calvo debutó en la XVIII Serie (1978-79) y se mantuvo en juego hasta la XXXI (1991-92).
Otro con un potente brazo es el habanero Yasmani Tomás, quien puede jugar la antesala y los jardines. Tomás ha demostrado en competencias de brazo que tiene igual fuerza en sus tiros como Juan Carlos Calvo. Tomás actualmente juega en AAA y ha hecho incursiones en las Mayores con el Arizona.
Dos peloteros salidos de Series Nacionales se han destacado en Grandes Ligas por sus potentes brazos. Yoenis Céspedes, oriundo de Campechuela, quien demostró ser capaz de sacar out a cualquier intruso que le quisiera sacar una base de más. Sus tiros han sido muy precisos y sacaban outs. El otro tiene un verdadero cañón por brazo, se trata de Yasiel Puig de Palmira, cuyos tiros a las bases son verdaderos misiles, nada que envidiar a los que realizan hombres de la eficiencia de Alex Gordon, Jason Heyward y Ramón Laureano entre otros. Puig hace sus disparos con mucha precisión. Otro del que se habla con potencia en su brazo es el guantanamero Luis Robert, joven que cubre una enorme área en los jardines, pero hasta ahora no le he visto tirar algo sensacional a las bases. Lourdes Gurriel Jr. tiene un verdadero rifle por brazo, lo que ha demostrado desde que juega regular el jardín izquierdo de los Azulejos de Toronto.
El matancero Eduardo Blanco Díaz tiene otro cañón por brazo, sus tiros vienen a las bases con bastante fuerza, aunque la precisión de los mismos es susceptible de mejorarse. El jardinero derecho Alexquemer Sánchez Sánchez, de Granma, es otro con una tremenda fuerza, probablemente con un poco más de puntería que Blanco.
Amigo lector, si quiere mencionar a otros jardineros con igual fuerza de brazo, adelante con sus útiles comentarios.
Fuentes
Anon. s/a. Minnie Minoso. Baseball-reference.com. https://www.baseball-reference.com/players/m/minosmi01.shtml
Romero E. a 2015. Las vicisitudes de Orestes Miñoso. Deportescineyotros.com, 20 sept. https://deportescineyotros.com/2015/09/20/las-vicisitudes-de-orestes-minoso/
Romero E. b 2015. Alejandro Crespo, uno de los grandes de la pelota cubana. Deportescineyotros,com, 29 sept. https://deportescineyotros.com/2015/09/29/alejandro-crespo-uno-de-los-grandes-de-la-pelota-cubana/
Romero E. 2017. Peloteros destacados de la provincia de Villa Clara, Deportescineyotros.com, 2 oct. https://deportescineyotros.com/2017/10/02/peloteros-destacados-de-la-provincia-de-villa-clara/
Romero E. 2018. Peloteros destacados del Municipio de Isla de la Juventud. Deportescineyotros.com, 4 febr. https://deportescineyotros.com/2018/02/04/peloteros-destacados-del-municipio-isla-de-la-juventud/
Escrito por Esteban Romero, el 5 abril de 2021, también consultados archivos personales de este autor.